Comunión de labios en un beso apasionado
Deslizo mi tembloroso tacto por tu excitado templo
Descubro lo vasto de tu piel canela, que se desprende
Cual mariposa de su capullo, del casual vestido
Que queda a los pies de tu endiosado ser
Alfombrando los cortos pasos hacia el edén de amor

Disfruto de tu sabor negro como el café tostado
Diosa de ébano que iluminas las noches más oscuras
Estrella de mi destino perdido en el placer de tus labios
Reina coronada con la belleza divina de tu color

Mágica hechicera que entregas tus encantos
A este loco desquiciado enamorado
Bebo tus esencias como un conforme condenado
A sabiendas de mi perdición final

Me aventuro por tus fértiles pechos
En busca de la gloria infinita
Saboreo tu estilizado vientre
Hasta verme premiado por el fruto final

Me entretengo con sus secretos y encantos
Como un febril desjuiciado
Mientras escucho tu cómplice voz
Que todo lo entiende y todo lo conciente

Levanto la mirada en busca de la tuya
Una lágrima recorre tu hermosa tez
Voy en su búsqueda impulsado por tu temblor
La cruzo en el camino y me desvía hacia tu boca

Los besos son de locura y desenfreno
Estoy dentro tuyo tanto como es permitido
Nuestros fluidos se condensan en sustancioso néctar
El paraíso en la eternidad de tres segundos

Comunión de cuerpos en un abrazo apasionado
Quedas recostada sobre mi vigoroso pectoral
Colmada de caricias y mimos en transición
Porque descanso no habrá en esta noche de mil estrellas

Porque esta noche te amaré como la flor más bella entre las bellas

Mateo Pita