El aire se hace pesado, cada vez me es más difícil respirar, mis ojos se nublan y todo se torna oscuro, sin color, sin movimiento. El tiempo se detiene y un segundo me parece una eternidad. Comienzo a ver todo con más detalle, cada lugar, cada objeto, cada ilusión, incluso a mi misma; siento una especie de cosquilla en mi rostro y por un momento pienso que se acabó, pero no, son lágrimas ... pero, porque? Si esto era lo que quería, lo que querías.
Un escalofrío invade mi cuerpo, y siento ese frío, casi único, casi imperceptible, pero que para mi es como una ráfaga de brisa helada, y me hace entender .. si, entender todo aquello que escapa de mi razón, entenderme, y en cierto modo, entenderte. Mis pensamientos comienzan a perder coherencia, y poco a poco escucho menos los sonidos que están a mi alrededor. Ahora sólo estoy yo en mi laberinto de ideas, entre muros de vacío, caminando en mi abismo esperando el vuelo.
Pensé que sería más rápido, que no me daría tiempo de pensar, de arrepentirme. Pero no, no me arrepiento, estoy comenzando a disfrutarlo, algo así como la sensación en el estómago cuando estás es una montaña rusa, esa sensación de que vuelas y caes a la vez, aunque aún sigo esperando esa luz blanca que supuestamente atraerá mi cuerpo hacia ese fin que tanto espero, al final de este segundo que no termina, y de pronto algo me llama, y a lo lejos escucho:
_ Rápido.... Llamen una ambulancia!!!
Intento gritar, pero no emito ningún sonido, y no logro decir que quiero que me dejen ir... que éste es mi fin. Quizás me faltaron pastillas..
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