Tú eres musa de alquiler Y yo carroña viviente. Tú eres voluptuosidad por doquier Y yo mamarracho caliente... Cabalgándote, acaricié el parnaso; Evocándote, agoté el cañazo... Olvidándote garabateé un poema; sepultándote, me encontré con tu anatema...
Texto agregado el 08-10-2005, y leído por 122 visitantes. (2 votos)