Arrancados los sueños,
no queda la lusión,
frustrado el deseo
de algo mejor.
La oscuridad de
la vida de muestra
día a día,
apurando el tiempo
escribiendo unos cuentos.
Acabados los deseos
no importa nada,
si no hay que decir
tampoco haré nada,
en estado de represión,
tal parece que me da
depresión, sus juegos,
que son conmigo
como marionetas,
¡pura mierda¡ que putada...
Ya en el suelo
derrotada,
en tu cama,
del mundo riendo
mas llorando asustada,
algo comí que
me puse trastornada.
Por todas las causas
sin decir nada,
que mi boca se traba
nadie sabe lo que me pasa.
Cuando la noche
llega todo sigue
como al amanecer
mares contaminados,
la Biblia entera
en el Vaticano,
mis ojos húmedos,
sin tus manos. |