El cambio que pide a gritos aturde la incierta ciudad.
busca reflejo en los vidriosos ojos de un extraño que jamas lo entenderá.
Sin respuestas, exige a las marionetas que caminen sin cuerdas disimulando su presunto desinteres en ellas.
Y está lleno de mil matices cubiertos de gris descepción y desesperación porque no es su culpa el "mal" que le rodea.
Texto agregado el 07-10-2005, y leído por 153
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Lectores Opinan
01-02-2006
Bastante interesante el texto, me encantó . ***** fabiangs
27-01-2006
refleja cierta soledad, pero bien aconseja Max Ehrmann en Desiderata: Camina plácido entre el ruido y la prisa y recuerda
qué paz se puede encontrar en el silencio... larus
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