Si pudiera describir todos los momentos lindos que me has brindado con tu mirada no alcanzarían todas las hojas de este mundo. Para mi ya ha comenzado mi historia contigo.

Escribo esta carta porque quiero expresarte las cosas que he sentido contigo. Estas cosas que no se pueden aguantar porque son más fuertes que las olas del océano o que la erupción de un volcán, y que se dicen con sinceridad y con humildad, con el corazón abierto.

No estoy seguro de tu nombre, ni de tu carrera. No se dónde vives, quién eres, pero me gustas tanto que cada vez que llego a mi casa siento que muero porque pasé otro dia sin hablarte, sin comunicarme contigo. Me quedo, entonces, solo con tu recuerdo para ilusionarme e imaginarme que al proximo día te voy a hablar. Y tu imagen me sirve de un consuelo un poco vano, un poco virtual, porque lo que realmente deseo es estar y compartir contigo.

Otra cosa que me pasa es que cada vez que llego a la Universidad te busco, quiero que me mires y luego quito la mirada como si no me importara. Que difícil es fingir. Sobretodo para mi que no estoy acostumbrado a mentir. La vida pasa y uno desaprovecha momentos preciados. Que rabia ! No me gustaría seguir perdiendo mi tiempo sin ti.

Y lo más extraño es que te extraño mucho. Paso el día pensando en ti. Es curioso llegar a sentir tal atracción con alguien que ni siquiera le has escuchado la voz. Pero lo único que se es que sucede.

Eso es lo que me pasa contigo. Estoy enganchado, embelesado, seducido, y tantos otros adjetivos. Es que si te digo todo lo que siento en palabras se podría formar un nuevo idioma. Asi me tienes.

Un admirador secreto