La escasez de los sueños, la desdicha de la paciencia cuando el tiempo se acaba, perdidos en la inmensidad ante el dolor de la tristeza, reprimiendo nuestra ira, acosados por la sombra del fracaso; nos sentimos presionados por el miedo de perder lo poco. Es cuando debemos entender que la muerte de la esperanza será nuestra propia muerte; y que miremos por donde la miremos y cuando la miremos la luna será siempre la misma.
La solución se encuentra en nuestras manos, disfrutar de los buenos momentos, aun que el tiempo se esfume lo hará en nuestros corazones; no dejarnos caer en la oscuridad del olvido, si al final lo que nos iluminara el camino será la luz de la propia memoria, por que recordar forma parte de un pasado y ese pasado de nuestra existencia.

Agustina