TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / blo / derrame

[C:14650]

Cayo la noche y con ella las ranas, los sapos, los lagartos; vísceras de murciélagos, ojos de escarabajos, alas multicoloreadas de bellas mariposas y hasta las patas traseras de peludas tarántulas. En una ambrosía como esta no podía faltar la mandrágora, planta de viajeros, fruto de la imaginación de la tierra lasciva. Una tras otro cayeron en la humeante marmita. A fuego lento estallaban las burbujas como volcanes en celo, desprendiendo aromas profundos y simpáticos, creadores de atmósferas festivas.
Las cuatro aguardaban, como una madre embarazada el parto, impacientes por degustar el conjuro de los sabios. Una era gorda, la otra obesa y las dos restantes aun lo eran más. Pero no se crean que era una pócima para perder peso, pues a las brujas no les importa romper básculas, pueden conseguir todo lo que anhelan gracias a sus poderes. Dicho jugo serviría para iniciar a la joven Selma, de trece años, en los placeres de la brujería. La adolescente esperaba ansiosa detrás la higuera, mientras sus tías se iban entonando con licor de lefa de toro para iniciar el aquelarre. Oía como sus carcajadas revoloteaban en el interior de la cueva y apretaba con fuerza las piernas, para evitar desprender su primera menstruación, la que le permitiría iniciarse.
La más gorda, la de nariz de arándano, comenzó a invocar:
A ti gran madre luna, luna llena, no mengues pues hoy es la noche, la noche de los pecadores, los infames, las lascivas, putas de reyes, arrendatarias de pobres. Alabamos el ocultismo y sálvanos de la jodida inquisición!! Este aquelarre, fiesta de paganos adoradores de Dionisio, te lo ofrecemos a ti para que guíes a Selma por las sendas del buen hacer, los caminos del mal, la diversión y la jovialidad.

Acto seguido Selma salió de la parra, pues así estaba indicado. Alerto a sus tías, las más brujas de la comarca, que ya no podía aguantar más, que sentía que le ardía la entrepierna y lo tenia de expulsar de inmediato. Las cuatro gordas corrieron como gacelas para evitar que se derramase la más mínima gota, pero una infortunada piedra, y el efecto de la buena lefa ardiente de semental, hizo que la más rápida, la menos gorda pero la más patosa cayera como el granizo en invierno, revolcándose por la cueva, y tras ella sus hermanas. Selma no pudo resistir la cómica escena y se río pero mancho las bragas. Ya esta, se fue, salió...dijo espantada. Era consciente de que acababa de romper la tradición familiar. Había perdido su primera oportunidad para ser bruja y ahora solo le quedaba la vergonzosa opción de perder su virginidad, de la mano de su amado, a la vista de los desorbitados ojos de sus tías, que a buen seguro se pondrían hasta el culo de mandrágora.

Texto agregado el 13-10-2003, y leído por 251 visitantes. (0 votos)


Lectores Opinan
25-10-2003 Muy gracioso al par que terrorífico. Me gusta más tu prosa que tu poesía, que tienes que limar un poco. Pero tienes la gran ventaja de ser muy joven y contiempo para aprender.No lo dejes, porque tienes madera. margarita-zamudio
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]