continuando con el tema anterior, es inevitable darnos cuenta de las cosas bellas que tenemos a nuestro alrededor, cosas que sólo los sentimientos humanos pueden percibir, sacar a la luz el alma en forma de corazón y repartirlo como si de chocolates se tratara, es algo que muy pocos se atreven a hacer, claro no todos tenemos la misma personalidad o los mismos modales, pero cuando empiezas a perder las cosas que amas, uno se da cuenta que no aprovechó ese momento y desperdició parte de su vida con esa persona, a mí me pasó, y más de una vez, es horrible sentir las ganas de abrazar a una persona difunta, y ver que ya no puedes hacerlo porque ya no está ni estará nunca más en nuestras vidas y que sólo podremos estar con ellas en la oración o quien sabe, al final de nuestras vidas.
Todo luce bello hasta que se pierde, ahí todo luce gris y oscuro, pero tras esa oscuridad se encuentra la eternidad, el camino a lo inmaculado y bello... no soy quién para decir estas cosas en realidad, porque no sé que hay detrás de esta vida, ni se que pasará después de la muerte, pero la palabra es una sola. Esperanza.
Si en esta vida, la vida les ha quitado cosas que aman, no hay porqué estar tristes... de lo contrario, hay que valorar más lo que se tiene mientras se tiene, porque lo bello dura poco, y antes de arrepentirnos, debemos tomar en cuenta en realidad lo que se tiene ante nuestros ojos.