A mi madre en su cumpleaños... un escrito que me mantiene unida a ella, por siempre... te quiero mamita cielo.
Madre:
¿Duermes pequeña mía?
¿Descansas sobre tu almohada?
¿Reposan ya tus pensamientos?
Y ¿dejas por fin que el sueño,
que tu sueño trabaje?
¿Cambiaste ya tu ritmo?
¿Volviste al mundo real,
al lugar donde perteneces?
Tu mente aun después del día
Vaga y busca tranquilidad;
Cruzaré fronteras, barreras y centinelas
Con tal de estar cerca
Con tal de contestarme;
Pues yo no dormiré tranquila
Sabiendo que tu alma se desvela,
Por que está deprimida y empieza a llorar.
Hija:
No te turbes,
Me calma la noche
Me da paz la lluvia,
El viento al ir y venir
Trae consigo tus buenos deseos,
Los transforma en abrazos
Y en palabras de ánimo
Que me dicen: te quiero... sé fuerte.
Madre:
La noche que te escucha
La eterna noche que te vé
Me a traído en un viento, calma;
Me ha enseñado a través de sus ojos
Que tratas de descansar
Oíste mi voz que te arrulla,
Y mi caluroso abrazo a través de la brisa.
Hija:
Quien te oye llegar
Sabe que es tu presencia,
Conoce a lo lejos tu olor,
No duda ni un momento
Que ya escuchaste desde lejos un corazón,
Que un día liviano
Te abrazaba junto a su pecho.
Madre:
Intento tocar tu cara
Y el viento me ayuda,
Probé hablarte al oído
Y la lluvia fue mi voz,
Trato de penetrar tan profundo
En tus sueños y pensamientos
Que parezca mi presencia real.
Hija:
La luna serena reveló tu secreto
Dejando caer el manto eterno
De su inmensa ternura
Sobre mí y sobre tu alma,
Tranquilizó nuestras mentes
Arrulló nuestros corazones,
Subió de nuevo a sus reales aposentos
Para vigilar ese encuentro fugaz;
De mi mente soñadora
Con tu corazón protector.
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