Siempre quise existir, recorrer el mundo y conocer las maravillas de la creación, los sueños, inquietudes, ideales…
Hoy es el momento, la hora ha llegado, es el tiempo del tiempo. Tu mano se desliza suavemente al principio sobre la hoja de papel, creo que intentas estirar los dobleces deste pergamino que traes en tu bolsillo, otrora integrante de un cuaderno prepicado que guardas bajo el colchón. Por fin Padre…el lápiz de tinta económica se fusiona con tus dedos creando un todo, una extensión mas del pensamiento, una nueva extremidad de tu cuerpo, y empieza a desaguar, ávido por alcanzar todo cuanto gira por tu cabeza, aquello que te trae tan exaltado, aquello que te mueve, esas ideas que quieren escapar de ti y te traen la cabeza casi a estallar…comienza la creación, “Había una ves…”, incesante sensación de lucidez, borrones, continuidad, aciertos y desaciertos, correcciones, mejoras, las palabras fluyen y el alocado correr del lápiz trae tu mano echa una furia, ya no es el suave paso por el papel como al principio, es el clímax de esta relación, un nuevo ser ha sido creado…
Desde hoy, recorreré el mundo, acariciaré los ojos de quienes me lean y escudriñare sus mentes receptivas, podré formar parte de sus vidas y polinizar, creando tal ves híbridos que en recombinación den lugar a nuevas ideas que…o cielos, ni yo lo puedo creer...también puedan llegar al papel y crear otros como yo…esto es maravilloso, he nacido y no moriré jamás.
“…y vivieron felices para siempre.
-Fin-”
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