Al menos déjame soñar,
ya te has llevado todo lo que tengo.
No es necesario que me hieras más
tus rasguños yacen dentro en mi,
jamás serán borrados ni olvidados.
Involucionando mi existencia,
me envuelvo en telas que prácticamente no me tocan,
soy brisa, soy transmisión de poesía,
que no se ve, que pocos sienten.
Tu y yo somos, tú lo sabes,
nuestras manos son pinceles,
nuestra inspiración nace de mieles
para plasmar aquello que a veces sabe a hiel.
Cortas mi respiración,
quedo tendida en un vaivén de hojas secas,
sonrisa perdida, escéptica de ti,
ya no como las migajas,
hoy aprendí a leer entre tus labios.