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19-01-2007 |
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Es hermoso, dulce, tierno, todo lo que tiene que tener un buen texto, una relfexión de vida, y además escucharlo tan lejos tan lejos desde Mar del Plata a través de la voz de un locutor, es realmente mágico, lo felicito señor, por hacerme ver que la vida todo lo puede. Un besito. Mai. maira |
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26-01-2006 |
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Tu prosa aborda distintos temas, todos con la sensibilidad del narrador que conoce el alma y los desvaríos del destino. A veces espectador distante, otras, participe del drama. aukisa |
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16-11-2005 |
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Una lección para todos los padres... No tenemos respuesta frente a acciones violentas contra los niños... Un relato cruel y real.... Mis ***** ctapdb |
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10-11-2005 |
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Un relato lleno de tremendo dolor. Se me puso un nudo en la garganta. margarita-zamudio |
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06-11-2005 |
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doloroso, tremenda historia
corazonpartio |
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29-10-2005 |
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muy bueno, dolió leerlo naixem |
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28-10-2005 |
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ufff Don Rub...q hace rato q no volaba por sus pagos y justo vengo a leerle éste: atadito de palabras agridulces. Dulce por la forma, la suya claro, siempre tan personal y agrio por lo q denuncia, q ya lo dijo Neus, esos niños ...benditos niños!!
piquitos de miel y estrellas gaviotapatagonica |
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18-10-2005 |
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No sobran ni faltan palabras en esta escena. Sobra pobreza e impotencia. Falta comprensión. Los niños son los depositarios de estas lacras sociales. Bello cuento-denuncia. Un abrazo, Rubén ***** neus_de_juan |
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16-10-2005 |
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La penuria y escasez, (que no de tu siempre tierna prosa), brotan con tal sentimiento de esta popular escena, que las entretelas del alma supuran candor, blancura y espuma de la firmeza y temple de una decidida rapaza dulce como la guayaba. azulada |
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16-10-2005 |
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buen cuento, ***** jassiba |
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14-10-2005 |
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Fuerte, como la misma realidad. Me gustó mucho, me recuerda a una niña de trenzas, pecosa e ilusionada por unas medias de encaje, que dejó a su madre sin el dinero de la semana por el antojo de lucirlas. Las historias se repiten en tiempo y espacio. meci |
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13-10-2005 |
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Con un tema humano y doméstico logras hcer un cuento fresco y dulce doctora |
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11-10-2005 |
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No se que decir maestro...digo pa' no parecer apochonchado y reverente. ¿Se podrá?, pus no creo, este es un látigo de fuego que hizo blanco en mi conciencia, ¿y la forma?...NOTABLE, como siempre en usté. Le debo muchas mi querido maestro, pero ya voy a pagar, siempre termino pagando. Un abrazo de esos de antaño. cao |
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11-10-2005 |
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¡Qué bueno, Rubén!
Me has emocionado hondamente.
¿Existe culpa en alguno de los personajes de tu cuento? No. Existe pobreza extrema y una pincelada verde clara de niñez que se pierde entre tanto gris oscuro y marrón sucio.
Excelente. Un abrazo y ***** graju |
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11-10-2005 |
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muy buen cuento ***** lagunita |
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09-10-2005 |
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cuantaas veces en un solo dia actuamos sin pensar, te felicito por la lección y recordarnos que somos humanos y debemos corregirnos. gatelgto |
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07-10-2005 |
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Rubén. un excelente cuento. Con principio, medio y un fin brillante. Cada vez tu escritura corre como de una fuente natural que emerge de la Tierra. El Mudo ha vuelto a sonreír. Máximo islero |
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07-10-2005 |
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Excelente relato para los que aún no ven la magia de los niños. Mis humildes* jjj |
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07-10-2005 |
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Realmente muy buen buen texto, excelentes imágenes, que puedo decirle? UN MILLÓN DE ESTRELLAS arielariadna |
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07-10-2005 |
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Un cuento muy bien escrito, donde las imagenes son muy claras al igual que los mensajes. ***** fabiangs |
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07-10-2005 |
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Sendeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee nunca te ha bastado contar...siempre llegas al corazo porque no piensas en conceptos ni palabras sino con imagenes que nos transportan al luchar de los hechos, entonces uno se duele por la impotencia de poder hacer nada. Cuantos de nosotros no hemos visto estas situciones? La violencia y el hambre no tienen justificacion y tu al escribirla haces protesta. Maravillosa forma de manifestarteeeeeeeee sendeeee. Como siempre tus letras me subyugan por la profundidad de tus pensamientos. Eu ElSerYelTiempo |
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07-10-2005 |
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merecida enseñanza para una madre que en los cotidianos problemas se ha dejado cegar . Besos. Renne |
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07-10-2005 |
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me gustoO muchoO, lindo, tierno, con lenguaje adecuado y la sencillez...bien recomendado. denada |
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07-10-2005 |
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***** denada |
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07-10-2005 |
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Vuelvo a tu cuento: "La niña de las guayabas", porque en este cuento, Ruben, has conseguido extraer de ese ácido zumo que es el limón de la pobreza y necesidad, sensibilizarnos a todos con dulce de guayaba. Un millón de estrellas a tu sensibilidad y un abrazo. maravillas |
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06-10-2005 |
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Duelen los azotes a la niña, pero más dolió el final por el castigo injusto.
Como siempre es un placer leerte. marimar |
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05-10-2005 |
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La bella Lupita guardando como un tesoro entre sus manos a las guayabas. Enternecedora historia, con matices de realidad y un final de que estremece. Magnífico texto. Un abrazo y todas las estrellas. Shou |
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05-10-2005 |
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El
nombre de Lupita es una guayabas
es una fruta
que con el hambre de lupita
y el solloso
si
son los cambios
por las monedas,
pero Lupita
se vio
con las frutas
entre sus manos
muy bello tu cuento
mis cinco votos Juan_Poeta |
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05-10-2005 |
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Un deseo tan anhelado por Lupita, se transforma en su tesoro, cobija su guayaba entre sus manos guardándola y esperando el momento, no alcanza a dimensionar la urgencia de su madre por el cambio del dinero y pese a la paliza sigue guardando celosamente su tesoro. ¡ Cuántas veces deseamos algo así de niños ! y cuando lo lográbamos esperábamos el " gran momento. Dentro de tu narración, l " el mensaje ", para ser una mamá o para ser un papá, hay circunstancias en que debemos trasladarnos a nuestra propia infancia, en ésta historia, el padre así lo hizo. Una historia muy real y ,como siempre muy bien narrada. Felicitaciones y mis cinco estrellas. Ignacia |
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05-10-2005 |
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Buen cuento con un final que no esperaba.
Un saludo de SOL-O-LUNA |
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05-10-2005 |
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Como las guayabas tu cuento ha necesitado “estremecer unas líneas”, y de paso nuestras almas, para convertir algo así, en ternura, en dulce de guayaba. ¡Qué arte tienes maestro! entrelineas |
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05-10-2005 |
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bellos mensajes encierra tu relato, me quedo con lo tierno del padre, y te dejo mis * diandra |
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05-10-2005 |
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bellos mensajes encierra tu relato, me quedo con lo tierno del padre, y te dejo mis * diandra |
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05-10-2005 |
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bellos mensajes encierra tu relato, me quedo con lo tierno del padre, y te dejo mis * diandra |
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05-10-2005 |
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¡ Y por fín, entre sus manitas, brotó la miseria! Ruben, de las heridas de la niña somos culpables todos, no solamente su mamá. La mamá es una víctima más de esa miseria, como "la niña de las guayabas". Es un cuento que clava la pluma en nuestra alma, destilando dulce de guayaba. Un abrazo, muy fuerte, Ruben. maravillas |
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05-10-2005 |
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Qué ternura la de ese padre, me pareció ver toda la escena, es excelente tu relato, más allá del contenido tan real y cotidiano*****
Cariños india |
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04-10-2005 |
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Es un relato que estremece. Nada en la vida justifica la violencia contra niños. Desafortunadamente es un mal muy arraigado en este mundo. Triste relato el que compartes. Ojalá a través de él despierten muchas conciencias. Dainini |
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04-10-2005 |
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Muy buen relato de esa cotidianidad violenta y descarnada de los que tienen hambre.
***** peinpot |
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