Es la segunda vez en dos años que escribo sobre el otoño en esta web, y ante todo, antes de empezar con el nuevo texto he querido releer el anterior. Era un texto lleno de nocturnidad, y de jazz.
La verdad, que en dos años tampoco he cambiado tánto, y ahora que lo pienso, tampoco han cambiado tánto las gentes de mi alrededor. Sólo han habido dos cambios fundamentales, eso sí, pues ahora llevo más bien vida diurna, y el anterior texto lo escribí cuando aún residía en Murcia, y ahora resido a más de novecientos kilómetros de allí...
Pero no hemos cambiado las personas tanto, a menudo, nos olvidamos de cómo somos, y el escribir textos en lugares como esta revista virtual nos recuerda la belleza y la capacidad de la mente humana, de todas, sin excepción. No existen genios ni maestros, cualquier ser humano puede escribir una obra maestra, da lo mismo si se trata de un libro entero o de una frase, o tál vez sólo sean dos palabras...Qué mas da...
Escribir sobre nosotros mismos y nuestra forma de ver la vida nos ayuda a recordar en el futuro cómo fuimos, para que el inconsciente y la memoria, no nos traicionen, es algo así como grabar con una cámara determinados momentos a lo largo de nuestra existencia, y eso, si lo compartimos con alguien, es la mejor sensación de la vida.
Feliz Otoño para todos/as. |