Desperté en un lugar donde estoy seguro nunca quedé dormido y al tratar de recordar donde quedé por última vez, mí cerebro solo tenia el recuerdo de la palabra que apenas terminaba de pensar. ¿será un sueño? No, creo que no, porque ni los sueños que distorsionan cualquier realidad se atreverían a entrar a este inhóspito lugar, donde de inmediato quedarían atrapados, al mismo tiempo, que las mentes a las cuales prestaban su servicio.
Estaba ciego, pero esta vez no era por oscuridad, por que al mandar la mano a mis ojos.. espera un momento.. cuales manos y ojos; eran huesos y cuencas, pero no me asuste como debía, pero...hay dios.. cual susto, si mi corazón debió haber sufrido el mismo infortunio que mis ojos.
Al pasar mí “mano” por las cuencas, sentí un revoleteo, y si, vi la sombra mía que en frente paso y otra que en mí cuenca se ensaño, hasta que algo de ella saco, y luego voló; lo extraño fue que no dolió, pero se que algo de mí ya sobraba y esa supuesta ave se lo llevo.
Me paré y muy trastornado admiré lo que a mi cuerpo había pasado, miré hacia arriba y muy inteligentemente concluí: que la luz puede afectar al ser igual que la oscuridad; porque el cielo, no pude ser admirado mientras el sol irradie su magnifica luz, que, prácticamente, logra que nuestra visión quede atrapada al igual que en las tinieblas.
“ y pensar que ellas fueron juzgadas como las gestoras de la ignorancia, por un idiota con muy buen poder de convencimiento, que nunca logro ver el espacio desde la tierra; porque la luz técnicamente surtió el mismo efecto que las tinieblas, porque en las tinieblas nunca logramos ver lo que en la tierra había, y en la tierra nunca podremos ver lo que en el cielo verdaderamente hay”. Aparte de eso vi que no existían nubes, ni vientos y el sol no se movía; entonces tampoco existía el tiempo. Y las aves que de mi cuerpo se alimentaron, volaban hacia el sol y a este se lanzaban sin importar quedar rostizadas, entonces triste deduje que también el espacio había abandonado este lugar y sin espacio ni tiempo ya que afán tendría, si la velocidad murió al ya no importar.
Solo por mórbida inquietud mire hacia el frente donde un jardín “tan verde y grande que sólo podría ser comparado con un azulado mar” esperaba ser recorrido. Lo triste fue que no habían árboles ni arbustos que permitieran comparar distancias; entonces para qué caminar si lo que creó una hora de caminata podrían ser días.
Mi única idea fue cavar. Entonces cavé durante mucho, mucho tiempo “si este estuviera presente”. No me sentía viejo ni cansado; entonces que afán. En realidad no esperaba encontrar nada. Pero si pensé que debió haber sido mejor quedarme arriba donde al menos había luz, pero no, mejor no pienso eso, por que las tinieblas que son dueñas de este lugar, podrían castigarme al saber que traicionó mis palabras que en algún momento dijeron la igualdad entre luz y oscuridad. Un momento, que me pasa ¿estoy enloqueciendo? ¿por qué respeto a la oscuridad si sólo es algo como la arena ó el agua? ¿ó será que.... la luz, la tierra, el agua, el tiempo, la oscuridad, la distancia, lo verde, las flores, los cuervos, el aire; me han traído a este mundo para castigarme por algo que les hice? Si eso debe ser. Pero.....espera un momento;” le digo a la parte de mi que dedujo lo anterior”. Por qué razón los árboles y plantas no me castigan, si é de saber que yo tale y hasta fume sus cuerpos alguna vez. Aja, algo si anda entonces mal en el análisis que tu hiciste. Ya no te escucharé, mas bien sigue cavando.
“cavamos” tan profundo, que pareciese que el fuego se materializara en forma de roca y arena. Y al mirar hacia atrás vimos lo mismo que adelante, solo tinieblas , por lo cuál decidimos que ya no había vuelta atrás. Y cavamos creo que miles de supuestos años.
Mandé mi esquelética mano contra la arena y esta cayo con migo. Mientras caía vi que había salido de un cielo compuestos por rocas, y polvo, en ves de nubes.
Caí durante horas ó días, y cuando toqué el suelo a esa gran velocidad; todos mis huesos se rompieron y desencajaron, pero no dolió y al instante se formaron y volvieron a su estado.
- creó que ahora si la cagasté, té has salido de tu infierno o paraíso para invadir el de otro ser.
- Idiota, quién dijo que el infierno era como un edificio. Y además si es el infierno ó el paraíso todo absolutamente todo esto es mío.
- Quién dijo que no era como un edificio. Mejor.. mejor... hubiéramos buscado el ascensor.
- Cállate, y mejor mira ese hombre.
- Me niego a mirarlo
- Esta bien lo veré yo. Yo solo.
Era un hombre gigantesco, musculoso con barbas tan largas; que pareciese que una bruja vieja, de cabello negro canoso, hubiera muerto al intentar lamer su cuerpo y solo su cabeza quedara de espaldas a el pegada. Su cabello largo y blanco como el de un anciano, caía por sus grandes hombros como cabuya, sus lagrimas eran grandes y espesas como saliva y en sus manos un hacha de guerra con tamaño igual al de el guerrero vestido con cueros, que lloraba en una esquina de su gran caverna con el yelmo entre sus piernas, las cuales eran abrazadas al mismo tiempo por sus grandes manos que ya teñían de sangre el palo del arma que esgrimía con la fuerza de un loco.......
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