Preludio de un encuentro.
Consigo incongruencia intentando resolver con palabras, lo que no he resuelto con acciones, declino mi manera de pensar ante la inquietud que provoca en mi tu presencia, sobrevivo apenas para verte a los ojos; determino el rumbo del camino.
Fomentas en mi, emociones que yacian perdidas hace tiempo, conmemoro un aniversario más de la violencia en tus formas, ruego por un juez que evalúe mi rostro posterior al delito de permitirte hervir en mis venas, converges en lugares propios de locura, surges de la nada, evocas silencios, demonios, movimientos arbitrarios, tu trazo es guía delimitando el horizonte.
Temporalmente traes a mi cabeza llanto, morbo, hambre, polvo, he visto pasar a un mono, decenas de frutas; haces llover cada tercer día si crees necesario, eliges colores que pronto formaran arcoiris, creo, juro que me tocas con la palma de tu mano, luego la indiferencia me inunda en cientos de dudas metódicas un momento antes de recuperar el aliento, antes de que te disuelvas en partículas, no creas saberme vivo, y respire.
Sólo que junto a mi, justo a un lado tuyo, algún día tendremos que voltear y abstenernos de hostilidades que no dejan ni a mi imaginación ni a tu subconsciente, seguir adelante |