Era un día cualquiera, una mañana correcta como las demás, el sol pegando en la ventana, y la duda invadiendo mi alma, mi mente en blanco, nada que hacer; me pregunto de nuevo, ¿todo otra vez? .Me levanto de la cama, comienzo a pasearme inquietamente y de la nada comienzan a salir ideas que ya antes había tenido pero no quise escuchar, ¿y si lo hago? ¿Qué más puede pasar? Lo deje nuevamente atrás, seguí mi día supuestamente “normal”, tenia un frió que no podía explicar, Salí a caminar y sentía ese confortante calor del sol chocar sobre mi piel, me senté a observar cada detalle de la situación, lo había echo antes, pero esta vez era con mas precisión, trate de encontrar la tranquilidad que alguna vez busque y quizás la encontré pero no lo note, miraba a la gente pasar, miraba sus rostros, ya no tenia miedo de hacerlo , miraba el cielo, el mar , las nubes y su forma particular , era como que no podía, es mas no debía dejar pasar nada , todo tenia que estar por ultima vez . Seguí mi viaje, mi travesía, buscando una razón por la cual tratara de dejar esta sensación, que se inmiscuía otra vez en mi, dejando restos de dudas en su pasar, obstruyendo mi camino que no llevaba hacia ningún lugar.
Llegue me senté y comencé a escribir, esta era la quinta vez que lo hacia y todo lo que escribía llegaba a la misma idea, eran como varios cuentos con el mismo titulo; es que tenia que hacerlo, de otra manera como me despediría. Pensé en los demás, también en el que dirán pero nada importo, fue como un silencio, un presentimiento de no ver la luz nuevamente, todo se oscurece, miedo, horror, lloré y empezó el frío otra vez.
Pasaron las horas y seguía allí sin nada que hacer, aturdido, pensando en tantas cosas buenas que voy a perder, no hay ventajas ni vuelta atrás, el plan seguía en pie.
Me faltaba poco para terminar mi nota, ya casi estaba, solo faltaba el final perfecto para una vida imperfecta. No había testigos de esta locura, solo yo lo sabía, de alguna forma casi siempre lo supe solo que ahora llegaría al final, fui hacia una tienda cercana trate de comprar pero el vendedor se negó a complacerme, una vez mas me fui y llegue a un lugar que no tenia leyes ni reglas era un riesgo que tenia que correr, después de todo, en comparación con lo que haría no era nada.
Solo la petición y el dinero servían, logre mi objetivo y me retire lentamente.
¿Será una enfermedad? , una vez mas las dudas y preguntas se encontraban en mi, nada estaba claro, solo el hecho de que la respuesta a todas esas interrogantes era una sola.
Seguí mis huellas de vuelta, esas que se encontraban en la arena, de nuevo me senté en el mismo lugar de hace unas horas, solo lo que queda hacer es seguir mis pasos o tenderme. Ya nada es como solía ser y no me quedare esperando a que pase, mi decisión esta lista y nada hará que cambie. Corrían los segundos, el tiempo no paraba, rápidamente me puse de pie y con ímpetu me puse en marcha. Logre llegar a mi casa, se encontraba vacía, sigilosamente subí las escaleras abrí la puerta de mi dormitorio, entre, las ventanas se encontraban abiertas de par en par y la brisa del mar llegaba hasta donde me encontraba parado, el aroma de aquel soplo me cautivo brevemente, no cerré la ventana.
Era mi último día, ya no era normal, el viento soplaba y movía las cortinas, puse mi canción favorita para escucharla , hojee un libro , olí el perfume de una flor casi seca , sin vida, bese una foto familiar esta era la última vez, la ventana seguía abierta y el ruido del oleaje se escuchaba a distancia , mi mente en blanco hacia todo como por instinto, fui hacia el baño mire mi cara en el espejo , la moje con agua helada , salí y me asegure de que no había llegado nadie un pequeño nerviosismo llegaba pero mientras iba este ya terminaba ,regrese a mi cuarto deje la puerta media abierta , no tenia seguro, la soledad comenzó a apoderarse de la circunstancia, estaba atardeciendo, ya no habían dudas, todo se encontraba en un estado sereno, tome mi nota número cinco, ya estaba finalizada , la coloque sobre mi cama , era fácil de encontrar , mi respiración se hacia mas rápida, llegaba el momento, me dije ahora es cuando.
Estaba parado y seguro que esta era la solución, tome el arma se encontraba cargada, una bala sin opción a la equivocación ,todo ya estaba claro ahora ,un suspiro profundo me domino , no había horror tampoco razón , todo seguía a pie de letra , mi mano temblaba pero logro llegar hasta mi cabeza , el poco miedo que logre sentir desapareció o se transformo en valor ,cerré los ojos ,todo se oscureció, no había color, el suspiro nuevamente, pasaron tres minutos ,no sentía nada ,jale el gatillo , todo se acabo .
Ya no había dolor, mi conciencia estaba limpia, pero mi alma tal vez no.
Una hora después mi amable nota número cinco cumplió su labor.
Tamara A.R
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