Inicio / Cuenteros Locales / sacanueces / T104 VIERNES SANTO
Has quedado
en ese rostro inaudito de la noche,
encerrada en la oscuridad profunda
de tu ventana.
Quedaste, así, atrapada
entre la muerte
y la mirada ciega
de una luna triste y apagada.
Fue un viernes santo
cuando descubriste
en tu cama vacía
la ausencia de su sombra
y un cuarto inmundo
lleno de soledad.
Has quedado
en el rostro inaudito de la noche
con un sabor amargo
y un alarido lastimoso
imposible de consolar.
¡Sola, terriblemente sola,
sin siquiera
el ácido bostezo de tu muerte!
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Texto agregado el 11-10-2003, y leído por 265
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