- Legajo proteico: ¿No te das cuenta que los nombres que me colocas provienen únicamente de tu propia boca y que es la única manera que tiene tu cerebro de expresar lo que filtra?

¿No te das cuenta que lo que tu cerebro filtra es tu propio método de interpretación y que eso es lo que te conforma en medio de todo este mar de líquidos?

¿No te das cuenta finalmente que aquello que tú ves en mí es una forma que tu conformación conforma?

¡Respóndeme de una vez por todas Legajo Proteico!.

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El fenómeno descripto en el recuadro anterior fue cierto y ocurrió. Cuatro de Marzo del Dos mil dos, cinco y treinta y siete hora del amanecer; en la calle pasaban los seres líquidos algunos de ellos submergidos hasta el ahogamiento, el embrutecimiento pasaba en un autobús inmenso que de pronto cobraba cualquier forma. Detenido en una esquina Vladimir (antiguo descendiente genético de aquel conde que fue conocido como Vlad), disparaba mundos con sus ojos salvando almas aquí y allá evitando el devoramiento absoluto de los seres por parte de la realidad.

Iridiscente, luego se retiraba, porque no había mucho más que decir.

Lo siento.