1.- No tomando de lo que no es vuestro.



2.- No marginando.





Si estas dos cláusulas son respetadas no habrá más resentimiento social. Un resentido es una persona que ha sido abusado (a), una persona a quién se le ha aplicado una injusticia.



El pobre que no trabaja nunca será un resentido. Resentido sí es aquella persona a quien se le ha empujado a la pobreza, eliminándole toda oportunidad o tomando del producto de del trabajo que la persona merecía para sí.



Donde hay justicia siempre habrá igualmente diferencias entre los hombres, siempre habrá pobreza y riqueza, pero al no haber marginación (acto de marginar, de eliminar toda oportunidad a aquel que desea producir y trabajar) no hay resentimiento. Ya que lo que cada quien es se debe a su propia voluntad.



No todo el mundo desea ser rico, algunas personas prefieren tener poco y usar su tiempo para otras cuestiones que lo llenan y satisfacen más. Pero ello es producto de una decisión. Lo que sí está mal es desear superarse en el sentido que sea y que le margine de esa posibilidad, es allí cuando aparece el resentimiento social, porque es producto de una injusticia, de un abuso de poder.



Por lo tanto: donde hay justicia no hay resentimiento, pero sí las diferencias sociales, mediadas por la voluntad.





Por lo tanto: lo más importante es que se haga justicia y que se aplique una infraestructura de igualdad de oportunidades. Y no de favoritismos.



(He visto en Venezuela, en las Universidades, incluso en aquellas del Estado como se aplica el favoritismo, favoreciendo a personas vinculadas con los poderes internos de la universidad y de bajos promedios a costa de personas sin "palanca" o conexiones con los organismos responsables y con buenos promedios. Ello se había vuelto un vicio aceptado, casi una ideosincracia. Esos son los verdaderos abusos de poder que crean resentimientos y resentidos sociales.)