Conmoción desenfrenada,
reconcomio diverso,
disperso en el tiempo,
desahogan recelo.
Introducción ambientada con dificultad extrema,
piezas mezcladas al compás del viento.
Es la alboronía,
bravura,
dinastía,
es el festival del instrumento.
¡Se acerca el bochinche!
El piano pide atención
a sus mejores coadjutores.
La trompeta,
el plato,
el contra bajo,
y algunos otros ladrones.
Solo quieren gritar
lo que pocos conocen.
¡Emoción desenfrenada!
produce silencio a los fisgones
quienes escuchan pacientemente
a sus opresores predicadores.
Se reencuentran,
desaparecen,
están a puertas del infierno.
¡Estallan!
Se sedan en sentimiento
¡no ven!
Están lejos del suelo.
Se vuelan…
Caen,
tienen,
vienen,
cargan,
manos,
bailan,
lloran…
Finalmente un trueno cae
produciendo estruendos,
son cuerdas que se ahogan
permitiendo murmullos,
son las voces del silencio...
Luego aparecen palabras
como hojas de otoño.
Anunciando lluvia,
esperando un nuevo suceso.
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