¡Ah locura! ¡Incontenible desvarío!
que cabalgando sobre el placer efímero
me raptas del plácido sueño
que dibujo con sangre.
¡Ah frenesí! ¡Deleite siempre imberbe!
que adornado con cintas refinadas
y en el perfume de la fortuna envuelto
me convidas a tu ardoroso lecho de concupiscencias

¡Ah locura! ¡Seductora silueta!
demonio angélico de luminoso traje
que ofreciendo paraísos
truecas en los jardines de la inocencia
felicidad por culpa
¡Tú! ¡pirotecnia del deseo!
que enamoras, sirena,
el sentimiento noble, el coraje y el honor,
y entre engañosas promesas de bien
los arrojas, podridos de esperanza,
a la cloaca de una eternidad falsa y miserable

¡Tú, locura! ¡Ilusión!
¡Hija del vino y de los cuerpos
jadeantes y sudorosos!
¡Perversa bienhechora!
que pones mentirosos halagos en mi boca,
que en mi nombre elevas pérfidas adulaciones
a solemnes juramentos
y me avientas a brazos imperfectos
que son un espejismo de dios

¡Ah locura! ¡Tú, locura!
¡Palacio donde danzan el amor y la muerte!
¡Majestad del caos!
¡Libérame!