Un rumor proveniente
de los profundos pasajes del Sueño
acercóse en felina carrera
de la conciencia a sus ligeros velos
tras los que, como efluvio del bosque,
mi noble alma
sobre el beso fugaz del reposo nocturno
sus feroces angustias apaciguaba

Aquel murmullo rasgó el descanso.

Agitado y en busca de la fuente misteriosa,
al tupido follaje de tinieblas
acercó mi ser sus ojos como antorchas
Pero nada...
El rumor se desvaneció en el misterio
y mi alma besó nuevamente
los dulces labios del Sueño

Al cabo de un rato, reanudóse el clamor.
Mis ojos hurgaron de nuevo la oscuridad.

Y acariciando la espera,
por fatales vientos,
en un sobresalto fui arrojada
al sombrío páramo de mi pensamiento

Allí, aún dormían mis tristezas,
la ilusión flotaba en los valles áureos de mi mente
cuando en medio de la delicada quietud
como unhechizo apareció la fuente...

Eras Tú. Tarareabas dulcemente
el precioso y antiguo Canto del Cisne
... tan dulcemente ...
mientras en tus ojos ardía
la secreta pasión del amante triste

Callaste,
luego eclipsaste las estrellas con tu mirada
y tras el suspiro que te arrebató un nombre
entre los brazos de tu voz estrechaste la tonada

... En el inmenso lago de la noche
me cubrió la dura nieve del Silencio
... desató sus legiones el espanto ...
al no reconocer mi nombre
en el magnífico nombre de tu verso.