Cómo deben bastar esas típicas frases de despedida, esos adioses para siempre, que no se cansan de recordar todos los momentos vividos; ya no son suficientes para seguir.
Es el término y nada mas, todo sigue con la ausencia y la nostalgia, que luego de numerosos intentos frustrados, se mantiene en pie durante cada experiencia. Como habitualmente le llaman a la sabiduría, a la lección, con la que te enriqueces.
En lo que a mi respecta..... pffffff.... todavía me siento intervenida.

Bueno las cosas no siempre parecen perfectas, todo es un vaivén de entregas y reclamos, un mercado intimo, INTIMIDANTE como si creyesen que una se puede acostumbrar a esos encuentros furtivos y pam! todo “vuelve a la normalidad”... yo no puedo... no me acostumbro a esas convencionalidades, adolezco conocimiento generacional, patrones de conducta, civilización, homogeneización afectiva.... como mi amigo me repite en alguna de sus cartas, “estereotipos, estereotipos nos piden a la hora de amar”.
Nadie sabe que hacer!!!, repetir, repetir...frases tiernas, “fuck cliché” leía hace tiempo en una de esas propaganditas fashion... algo de lógica hay en todas esas pavadas...

Que amarga suena esta época sin contrabando ilícito de emociones, todo todo taaaan legal, mucho contrato, mucha solicitud en previo acuerdo, convenios, y así podría seguir, ....podrido seguir.

Y ya, ¿qué hacer?...mmm... ¿entrar o no entrar? , ¿integrarme a esa gran familia de deudores de su instinto?...