Este es un trabajo para mi Taller del Adulto Mayor. Recién leímos "La señorita Cora" de Cortázar y tenemos que relatar un cuento empleando el mismo método de narración. Ojalá me saque más de un cuatro.
¡Cómo pasa el tiempo! Se ve igual que hace años, todo limpio y ordenado. No conocía estos carros con fuelles. Me sentaré aquí mirando hacia adelante, en la dirección de avance del tren. Me tengo que bajar en la estación Universidad de Chile, el Conservador no queda muy lejos y abre a las nueve. Por fin pondré en orden la escritura de compraventa de la casa, levantando todas las hipotecas que tiene, no quiero dejarles problemas a mis herederos. De qué se estará riendo este viejo, seguramente se está pasando películas conmigo. Veré cómo reacciona, aunque no está nada de mal, todavía le queda pelo y se ve saludable. “Perdón”, me dijo y retiró su pierna, parece que es medio quedado. Esta niña me está sonriendo y sigue apretando su pierna contra la mía. No, son ideas mías, debe ser el movimiento del tren, aunque no está nada de mal, sobre todo que tiene bonitas pechugas. No me había fijado, se le ve hasta el ombligo, claro, con estos pantalones que usan ahora.
Siento que me estoy poniendo colorado, que los pasajeros se han dado cuenta que estamos jugando con nuestras piernas, sobre todo me preocupa la mocosa que va sentada a mi lado que de repente mira fijamente hacia nuestras piernas. Al diablo con todos; ella sigue sonriendo, tiene bonitos dientes y labios carnosos, pero sus pechugas…y sigue apretando mis piernas, ahora metió su izquierda entre las mías. Este viejo me ha seguido el juego, si hasta se ha puesto colorado y se ve amoroso con ese color. Estoy segura que me va a hablar y me invitará a tomar un café, lo aceptaré. Total nada se pierde y, ¿si tiene plata?
Tonteras, esto del Conservador lo puedo arreglar cualquier día, no me bajaré aquí en la Universidad de Chile, la invitaré a que descendamos en la próxima estación y a tomar un café. Qué bueno, la mocosa de mi lado y casi la mayoría de los pasajeros han descendido. Ahora la invitaré.
Tengo que apurarme, pero sin demostrar prisa, tengo un minuto para alejarme; la mochila la dejé bajo el asiento en que iba esa puta refregándose con ese viejo, ojalá la explosión los junte más, ¡asquerosos!
JORVAL
300905
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