Habrá de recorrerme el mar. Se desvestirá en mi voz un canto nuevo. Seré mariposa entre tus manos aunque me condene a perder todos los días de mi vida menos uno. Me vestiré de seda, pintaré mis labios como nunca. Habré de perfumar hasta el último de mis silencios, y estrenaré tacones tan altos como tus sueños. Pero para tus ojos andaré como me ves, siempre desnuda. Retozando en tu cama como una pregunta que sólo tu piel consigue acallar. © Cristina Chaca
Texto agregado el 01-10-2005, y leído por 299 visitantes. (9 votos)