En fracciones de tiempo descubres el sentido de una sociedad plástica… el poder hace que tus poros se abran deseando moldear el mundo y la gente a tu manera, demostrarte y demostrarles a ellos que eres su Dios.

Empiezas a retar al universo, abofeteas las cosas sencillas que él te regala todos días; el sol, la luna, la lluvia, las estrellas, el agua, la tierra… amputas sus brazos convirtiéndolos en producto comercial y además te burlas de sus creaciones haciendo replicas de vida.

Pronto dejarás tu transcurrir superficial para transformarte en esa nada que alguna vez temiste, pronto comprenderás que la marca se gasta y se borra, que la ropa se rompe, que el jubilo se acaba, que los que creías amigos se van, que el mundo empieza a pedirte mas de lo que puedes dar, que eres un pedazo de carne sin vida y que sin el factor dinero no existes para nadie.

Lloras, sufres, gritas, te arrepientes de lo que hiciste y de lo que dejaste de hacer…para que? ya no sirve de nada. Eres…No, ya ni siquiera eres.