Solo

- “No se ve nada de peligroso”. Fue el extraño pensamiento de aquel joven esa tarde nubosa de Abril situado en el umbral de la terraza de aquel décimo octavo piso del edificio que hace un tiempo atrás ya conocía por medio de fotografías que el mismo había realizado.

- La gente a esa hora deambulaba como de costumbre, rápidamente y sin ninguna dirección, el asunto era demostrar andar ocupado para poder impresionar en demasía a la persona que se acercaba de frente con el mismo propósito…”Ojala me suene el celular en este instante”, pensaba el transeúnte con la única corbata de seda que adornaba su cotidiano terno y que combinaba con el maletín de cuero sacado en cómodas cuotas de uno de estos almacenes gigantes. Aquel maletín, solo llevaba en su interior, todas las cuentas de agua, luz y teléfono de los empleados de su prestigiosa empresa , y su sándwich de paté para comérselo en la fila del banco.

- “Perdóname, Mama, pero estas demasiado lejos para comprenderme”. Al joven venezolano se le humedecieron los ojos ante el recuerdo constante de su madre y que en breves segundos más, ya no seria necesario acordarse en vida de ella, pero espiritualmente, probablemente, se le concedería el privilegio de consolarla eternamente.
- Respiro profundamente recordando solo en segundos, que siempre fueron los demás los que no tenían el nivel ni el intelecto para comprenderlo, cierto era que algo de él contenía sangre de esa propia tierra que lo iba a recibir diez y ocho pisos más abajo, tal vez, iba a ser la única muestra de su supuesta tierra fecunda que al acogerlo sin vida, lo abrazaría abrigando su temor.

- Elevo la vista hacia esa cordillera de la cual tanto le habían hablado y se dejo caer sin más hacia el vació.

- El sonido fue rotundo, el techo de fibra de vidrio que cubría el hermoso jardín de tan esplendido edificio sucumbió ante el pesado cuerpo del muchacho. El supuesto empresario dejo de correr al instante y sin soltar su maleta de cuero, llego hasta el desfalleciente joven con su rostro enrojecido y barroso. No lo pensó dos veces y sin esperar llamada alguna, tomo su celular y marco el teléfono de emergencia.

- El joven miraba su entorno y no comprendía del porque los Ángeles vestían ternos y corbatas en el cielo.