No deseo instalarme en tu mirada; no quiero que por mi sombra des por perdido al mundo. No te entregues más, ya es suficiente. Déjame vivirte libre, beber la alegría de tu asombro . No te quedes aquí porque yo no he de quedarme. Desafiemos al cielo palmo a palmo, será imposible no encontrarnos. © Cristina Chaca
Texto agregado el 29-09-2005, y leído por 222 visitantes. (6 votos)