Pasa el tiempo, No es mucho, pero los recuerdos siempre permanecen.
Al igual que los recuerdos, los sueños también perduran.

El paso del tiempo es mas cruel que cualquier distancia.
Y de eso me di cuenta una mañana.

La mañana que quise volar... Ya tenia alas, pero me faltaron fuerzas.
¿Por qué no las utilice antes? Me pregunte.
La respuesta fue fácil, no sabia como usarlas.
Cuando aprendí a usarlas, me falto el tiempo.
Cuando tuve tiempo, me ocupe en aprender labores que me servirían para ser independiente en un futuro.

Hoy mi ser se dividió en dos.
El que ya no puede volar y el que siempre lo quiso hacer.

Un instante de llanto interno exploto en un suspiro, y duro un día eterno.
La noche llego y desangre una hoja con mi lápiz.
La sangre que broto fue limpiada de un jalón por mi mano y lanzada al cesto de la basura.

Porque me di cuenta que lloraba por algo de lo que en verdad debería de alegrarme.

Me había convertido en un hombre.

El niño que quería volar, nunca podrá ya hacerlo, pero pude hacer cosas que nunca imagino.

Ha pasado un día, y ya tengo la fuerza para no dejareme vencer por el temor de la madurez ni mucho menos de la vejez…..

Hoy aprendí que hay que disfrutar de cada etapa de la vida.