He quedado suspendido
en el living de mi hogar,
es tu imagen que me mira
y no me dejan de hablar.

Imágenes completas e incompletas
que se combinan con mi alma,
con tu rostro silencioso
que reclama mi mirada.

A veces me indago
al recorrer tu belleza,
en donde se entrama la esperanza
y tus colores invaden mi certeza.

Es el cuadro que gime
y detiene mi paraje,
es un sujeto navegante
que se embarca por mi mente.

Tu mirada me penetra
alumbrando mi condena,
de nostalgia y ironía,
de esperanza y transparencia.

Tu cuerpo es macizo,
amplio, conciso
y tu rumbo es decidido
no como el mío.

Trabajas por amor,
siempre acompañado,
aun que tu expresión expresa
que dueña nos ha tenido.

Ahí esta presente
mi sentido desnudo,
cuando me siento en el sillón
y te miro.
Es ahí la tinta
que se mezcla con el vino.

Y esa lágrimas que recorren
lo que nadie nunca supo,
cuando mi pensamiento
y el cuadro;
cuando el humo
y la copa vacía,
alimentan mi destino.
Eres mi confidente,
y yo tu testigo.