Inicio / Cuenteros Locales / daicelot / La Cueva de los Nadadores 4
Un día un individuo se levanta con la clara determinación de hacer lo que siempre soñó: lanzar su desayuno por la ventana y que este explote en la cabeza de un alguien anónimo. El deseo, dificil de realizar, se transforma en la petición navideña de ocho niños de Nepal, que con sus rezos fervorosos logran cumplir el desafio de la conquista del espacio; objetivo tan difuminado en estos últimos momentos de la vida. O quedarse en el mismo lugar.
Obviamente que avanzar en el tiempo y "emanciparse" en toda la expresión de la palabra es un hecho del todo imposible, como lo constata con sabiduría el trotamundos gestor de tal historia. En todo caso, hablar de Michael Ende no es apropiado cuando se intenta generar realidad o sucedáneos de tal precea. Lo mismo que pensar que un sitio en específico arrastra consigo toda la vida de un planeta (como se imagina del futuro Alan Clarke en un libro que jamás escribió y ni tampoco pensó realizar). Tenemos miel. Premisa básica para la supervivencia. Tenemos miel, dulce, gelatinosa, cuadrada.
Emanciparse en toda la expresión de la palabra. Mito. Fábula. Cuento. Hulk dominado por su argamasa. ¿Dónde quedarían si no las palmeras otoñales que en claro afán de conquista se desvisten a media noche para seducir a cuanto coco pase por la isla? No es lógico, Jean Valjean. No es para nada lógico, Cosette, my darling, darling love. |
Texto agregado el 28-09-2005, y leído por 348
visitantes. (0 votos)
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|