DIA DE LOCOS
Caminábamos despacio por la calle, era un día genial y sabia que contaba con esas personas que tenia a mi lado, Ayelén, recién salida del loquero de la esquina, donde practican ballet, y claro ay estaba "the monj" como profesora, otra de esas personas que acompañaban mi caminar, estaba Pepito por algún lado dando vueltas carnero, este último es un amigo intimo de Aye (amigo invisible, va). Entonces ví asomarse a alguien gritando "ahhhh...!!!!" (De felicidad)...era lucía, casi me muero cuando nos propuso ir en busca del gordo a tomar un helado.
Fuimos a su casa y nos recibió con su gran barriga y salimos a tomar el helado. "que poco estado físico..." pensaba al ver a todos mis amigos con la lengua por el piso, solo habíamos caminado 15 cuadras y para colmo con paradas.
Así fue que en la heladería mis amigo se fueron a los JUEGUITOS, ojo, estos eran para menores de 3 años pero ellos no le hicieron caso...
La psiquiatra me dijo que a la salida de mi "fortuita" estancia en el Psiquiátrico de Ciempozuelos (el más nombrado del país por los enfermos crónicos que nunca salen de sus puertas) que nunca, bajo ningún concepto me relacionara con otro enfermos. Había estado ingresado tres meses, y ya tenía el alta médica.
Cogí los informes médicos, y con mi pequeña maleta me fui con la decisión de no volver a aquellos parajes.
En ese tiempo había conocido a personajes peculiares llenos de encanto como la profesora "the monj", o Pepito charlando sin cesar, o Carnero... todos y cada uno de ello tienen su encanto. No crean que todos ellos estén tan locos, algunos lo hacen para que les den manutención gratis.
La contraseña a la saluda del "loquero" era ir a casa de un veterano en manicomios. Toda su vida había transcurrido en ellos. "El Gran Jefe". Vivía a las afueras de la ciudad, bastante lejos, así que cuando llegué estaba agotado.
Oí las risas de los muchachos y me dispuse a llamar al timbre de la puerta, pero no hizo falta. La puerta estaba abierta.
Entre y allí estaba, sentado como un rey, a sus costados estaban Rita y Gabriela, tenían grandes abanicos y le daban aire al jefe. Claro, al vernos entrar a semejante grupete, se paro y ordeno que nos detuvieran...Pepito, con sus bien conocidas "vueltas carnero", se puso en frente para defendernos. No fue necesario. El jefe nos inspeccionaba con gran cuidado...
- "están perfectos" -decía
Claro, nos había mirado por fuera, no sabia quienes éramos dentro de la cabeza. Pero, igualmente, con una inclinación de cabeza partimos...
"el gordo", con un hambre de lobo, pidió nuevamente ir a tomar un helado. Uff... ¡mierda!, que gordo eres, comente. Y así, partimos a la heladería. Luli mientras, contaba la historia vivida con el chico de "la isla del sol...", dijo que sus caminos se habían cruzado, etc., etc...Todo bien parecido a aquella canción llamada "la isla del sol".
Como quien dice que quiere hacer un comentario, alguien, osea yo, dice: "que lindo el finde ¿no?"...¿para que lo dije?...no se. Lo que se es que ahora nos encontramos en la cárcel, luego de una infernal lucha contra luli, "no se dice finde, se dice fin de semana"...
Ya estas con tus aires de niño rico universitario, a mi no me corrige nadie ¿Te enteras? Si digo que es finde es finde. Fin de semana será para los ricos. Y según lo decía me miraba con los ojos desorbitados, con cara de loco, la mandíbula desencajada que me entró miedo y me empecé a preguntar si había sido una buena idea eso de ir a visitar "Al Gran Jefe".
Los observé y vi que estos tipos eran bien raros, aún no sé porque me encerraron, y es que decía mi pobre madre:
- Claro, estudiando tres carreras, como mi niño no
se iba a quedar tarado. Hijo tu no trabajes si no
quieres, tu con el dinero de tu padre ya puedes
vivir toda la vida.
Y ahora que lo pienso, el abuelo no salió en años de su habitación, la tía Angelita hablaba sin parar aunque no hubiera nadie alrededor ¿no sería que mi mamá no estaba muy bien de la cabeza?
Según el doctor los antecedentes familiares influían en mi estado psíquico, pero todo empezó cuando conocí a Lupita, era mi profesora de matemáticas.
Yo que estaba en primera fila sólo sabía observar que tenía unos pechos como dos melones. Y ahí empezó mi obsesión. Soñaba con ella, pensaba sólo en ella, en clase por supuesto no atendía. La seguía hasta su domicilio un día y otro también. Ella fue la liante que llamó a los loqueros y a la policía cuando me pilló asomándome por la ventana de su cuarto de baño.
No, no estoy loco. Pero... finjí estar loco.
Claro que fingí la primer semana, a la segunda ya me encontraba verdaderamente loco, frente a esa cantidad de desquiciados enfermos mentales, una bailaba y decía se que iba a ser monja por su rechazo a los hombres de gran físico. otra caminaba sola, añorando su patria, la tierra, los animales, si esa era la mas sentimental del psiquiátrico, ella era dulce y amable, tal como su nombre "paz", de ella me enamore en secreto, pero comprobé luego que solo era quien era cuando estaba sola y podía pensar, en cuanto se juntaba con la presumida monja, con la gritona de luli, con el q no conoce de pepito, con ayelen, hay si que no era ella, era simpática, extremadamente inquieta, no era ella...
fue la segunda vez en mi vida que vi a alguien como aquella profesora de matemáticas, si era ella, alguien de mi edad, con quien me llevaba bien y de quien no tenia miedo que llame a un psiquiatra, ya que todos teníamos uno en aquel lugar.
pero me encuentro ahora frente a mi psiquiatra y a ella, acababa de salir de psiquiátrico, era libre y estaba a punto de sacarme de ese oscuro lugar al cual fui a parar luego de tal insignificante pelea...¿no saben quien nos denuncio?...fue la de Mat., que odio le tenía...
Odio con exactitud no era lo que provocaba en mí, era algo parecido al asco. Desde que ingresé andaba como una perra en celo indagando dónde buscarme. Me la encontraba puntualmente a las cinco de la tarde cada día. Yo sonreía y hacía de tripas corazón.
Ayelen era una muchacha de piel canela, pelo azabache, y dientes de nácar. Su sonrisa me dejaba extasiado, y lo que más me gustaba de ella eran sus sinuosas curvas, y su talla 150 de sujetador. El loquero decía que era una fijación de mi época de lactancia materna. No sé, pero de cualquier manera me gustaban sus... ya me entienden.
Era lo que me atraía de mi profesora de Matemáticas, porque ella era todo menos guapa. Ahora que lo pienso, no sé de dónde parte esta obsesión por las mujeres de pechos grandes. De mi madre natural no puede ser, ya que soy adoptado.
Es un misterio, pero creo que no me he "curado" porque me siguen apasionando este tipo de mujeres.
Ocurrió un hecho en el psiquiátrico que me tiene preocupado. Los hombres estábamos a un lado del pasillo, las mujeres al otro. No había cerrojos ni cerraduras, como pueden suponer. Así que una noche alguien, una mujer no he llegado ha saber quién se metió en mi pequeña cama. Empezó a besarme, tocarme, y tuve que comportarme como un hombre. Hice lo que tenía que hacer. Me dió las gracias y se fué. Nunca más volvió a pesar mío, pero no entiendo cómo pueden permitir que pasen estas cosas en el hospital. Eso no tenía que quedar así.
Volví al odiado Hospital Psiquiátrico de Cienpozuelos, tenía que poner una denuncia por la violación de esa mujer, eso me quitaría de responsabilidades ante esa loca que se iba metiendo de cama en cama.
En recepción no encontraban mi historial médico, yo Rubén Fernández García nunca había estado allí.
¡Esto es realmente de locos!
¿Que habrá sido de mi vida?
¿Acaso todo era un sueño?
¡¡ ¿Acaso yo había vivido, envejecido, y amado, solo en un sueño?!!!!
¿¡Pero que es esto!!?-dijo la recepcionista-
Había encontrado un historial mío en Internet, me lo leyó, y puedo decir que casi me mato. Ahora y antes, pues hablaba de un gran escritor cuentero y poeta, del habla francesa, que había sido internado en un simulacro a la vida, ya que había intentado suicidarse mediante "pastillas para la felicidad" (una droga fulminante).
También decía que tal simulacro había hecho historia en la medicina, ya que el paciente salio de allí hablando español a la perfección, y creyendo que lo sucedido era todo real.
Pero, muchas veces la tecnología falla...
Y ahora, después de toda una vida perdida, deseo volver a vivirlo...era tan bello, mis amigas, amigos, amores, profesoras...
todo era perfecto...
Me decepcionó que todo había sido un experimento. No estaba loco, sólo era una cobaya, un vil experimento. ¿Qué era lo que ocurrió por mi cabeza para someterme ante semejante estupidez? Desde luego tenía deudas, muchas deudas. Me vendí al vil metal, vendí mi honorabilidad, mi estima, mi vida. Todo por ese curioso experimento.
Nada de lo que recordaba era real, era sólo producto de mi imaginación. Y ¿Qué voy a hacer? Ahora no sé nada de mi lengua materna, ni una palabra. ¿Cómo me ganaré la vida si he sido toda mi corta vida un cuentero? Y según esas noticias de Internet, de los buenos, de prestigio, con varios premios.
Algo debía haber ocurrido. Algo realmente grave para someterme al experimento, pues mis libros, narraciones y cuentos reportarían grandes beneficios al editor.
Esto no se va a quedar así. Hay que ir tras el asunto. No pararé hasta indagar todas esas preguntas sin respuesta.
"no te preocupes", me dijo alguien, alguien a quien no veía, era Pepito, ¡¡¡era invisible!!!
Me dijo que había fracasado en el amor y que eso me llevó al suicidio, el cual fue interrumpido para llevarme a los laboratorios, a transformar mi mente en cobayo de lavoratorio...
-¿que vas a hacer?, vas a continuar tu vida como cuentero, pero con otro nombre, ya que tu vida es totalmente otra, te llamaras "Emetec Rowst".
-así ganaras tu vida, tal como antes lo habías hecho. El gran jefe dijo que tu segunda vida tendría éxito y así será...
Pero...pero....pero...
Y desapareció...
Emetec Rowst, ese era su nombre no salía de su asombro. ¿Quién era el tal Pepito? Era producto de su mente febril, de su imaginación....No sabía qué pensar. No le gustaba el cariz que estaban tomando los acontecimientos. Todo tenía un aspecto, feo, feo.
Tenía que hacer algo, y hacerlo ya. Sólo alguién podía despejar sus dudas. Ese alguien era....
Su primera profesora en el Jardín de Infancia. Ella, doña Rosita tendría las respuestas a sus quimeras, a todo lo que no entendía.
Fué a la casa sonrosada de bellos jardines. Allí estaba la anciana, limpiando el jardín.
- Hola, ¿Te conozco?
- Soy Emetec Rowst, fui alumno suyo hasta la Secundaria.
- Ah, si. Siempre fuiste un alumno muy brillante. ¿Qué se le ofrece Rowst?
- Lamentablemente me usaron para un experimento, y ahora me encuentro que no sé nada de mi pasado, si tengo familia, hijos....
- Calma. Cuando entraste en el Jardín de infancia, eras un niño huérfano. Los Rowst te adoptaron en cuando te vieron con tu carita sonrosada.
-Estuve en un lugar horroroso, todos estaban locos de remate. Fingí ser uno de ellos.
-Ahora no sé qué hacer.
- Muchacho, sé de un lugar dónde buscan nuevos talentos y muchachos con imaginación. Es en los nuevos estudios de televisión OndaJoven, allí necesitan todo tipo de gentes con ideas. No queda lejos de aquí. Si quieres te acerco en mi vieja fuboneta. Y Emetec Rowst decidió que lo que primero que tenía era tener un alias, utilizar otro nombre. A partir de entonces sería... Onofre Moreno. Ese el nombre con el que conquistaría de nuevo su fama, su prestigio. Le podían haber robado su pasado, pero lo que no podrían era robarle su talento, su imaginación, su experiencia como cuentero de éxito.
Sonriendo pensó... este es mi primer día de vida.
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pucky, y LaCanela
LaCanela y pucky
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