Reventaste un petardo en mi mano,
te comiste todo el pescado de mi alacena,
y me robaste el CD de Cocteau Twins con Adrián
y Los Dados Negros.

Me suicidé 15 veces esta tarde para autoconvencerme que seguía muerto, que todos mis esfuerzos valen una mentira.
Un obelisco se desangra en llamas, mientras mi hígado se desvanece en la apoplejía mental de mis conciudadanos.

Necesito decirte que te amo,
que me desespera no tenerte,
que me molesta tu voz cuando estás cerca, que me excitan tus mejillas, tus intentos por verte fea e interesante. Te amaré de todos modos intentando seducirme con mis palabras. Tratando de poseerme con tu indiferencia.

Quemen el universo de una vez ,
expulsen al demonio del cielo para siempre.
Pensé que el mundo era yo.

Que yo me perdone.