El mío es un insomnio inducido, la reacción al tormento que me supone reconocer que pasó un día más, otro intervalo de mi tiempo, y sin embargo continuo en el mismo punto en que antes desperté otras mañanas.
/..// Es en los últimos instantes, cuando ya se me hace imposible seguir dilatando los segundos de un solo día, al claudicar y cerrar resignadamente los ojos, cuando la realidad se fusiona con el sueño y dejan de ser ambos. Es, un poco después, cuando empiezo a confundir imposible y posible y decido que prefiero creerlo todo y hacerlo cierto. Así, tan simple como reconocer imágenes en la negrura de los párpados cerrados, extender la mano y sentir cuerpos.
/...// Convertir en realidad un deseo. Desfigurarlo, y convertir en deseo una abstracción del pensamiento. Así, tan simple como ir cayendo; como soñar que tu, en tu diminuto universo, te vas durmiendo, tienes sueño, y sueñas que yo, en el centro de los pocos metros que me circunscriben, me voy durmiendo, tengo sueño, y voy cayendo simplemente, soñando que te tengo.. ¿o que te sueño? |