Estoy enfermando de amor, quiero contarte cual es mi dolor, y solo me queda llorar mientras narro mi desilusión, escucha mis palabra por favor, no pierda de tu mente un detalle, por que en cada segundo esta una lagrima, un pedazo de mi vida, un poco de amor dado en dadiva, una dadiva costada en lagrima, una lagrima de dolor.
Yo sol, di un pedazo de mi corazón, a un humano pecador, pero en su pecado vi el amor, vi tras su coraza de alegría su temor, me enamore se su imperfección, mire sus lindos rizos, su piel blanca, y como brillaban sus ojos cuando me buscaba a pesar que lloraba sus ojos parecían llenos de alegría, pero yo sabia que ella fingía, por que tras esa mascara fingida la amargura la destrozaba, a pesar de esa gruesa coraza de alegría, ella se moría, me entere que moría por desilusión, por que otro pecador la traiciono, quise quemar con mi calor a aquel nombre, seria mi primer pecado, pero Dios no lo permitió.
En las noches yo me bañaba en el mar y apagaba mis brasas, salía en la oscuridad a ser luna, y poder ver su llanto a través de su ventana, y escuchaba su llantos sobre su cama, y yo la iluminaba por la ventana, la veía sin consuelo, y vi que su coraza ya no le servia, que perdía su brillo, y que mas mentir no podría, esa noche derrame mi llanto sobre la tierra, quise acompañar su tristeza, y cuando vi que ya se dormía, jale una estrella y mela puse de cabecera, quede dormido en cielo junto a mis estrellas.
Al día siguiente no vi más aquel brillo, solo dolor y un rojizo matiz, vi que su corazo ya no estaba, ya no fingía, ya no mentía; y con su coraza se fue con su mascara fingida.
Ese día me disponía a apagar una vez mas mi brasas, pero cuando me acercaba al mar la vi a ella mirándome y caminando hacia mi mar, ella quiso bañarse con migo, pero lo que no quiso es regresar a tierra y ahí parada frente al mar caminaba paso a paso lento, hasta que cubrió todo su cuerpo y no mas salio, esa noche en el fondo del mar por fin la pude tener a mi lado la vi que lloraba y se quedo sin dar un ultimo suspiro, y murió, desde ese día no quise amar una vez mas, nunca amar mas aun pecador, pero algún día cuando Dios me diga que ya no ilumine mas la tierra, cuando pueda dejar de trasformarme en sol y luna podré ser yo hombre y poder ir al cielo donde esta ella, extrañare mis olas, mis gaviotas, mis atardeceres, mi yo pero no extrañare su amor.
Soy yo el sol.
|