Atravesé el cuarto de lado a lado buscando una hoja en blanco, revolví mis papales, sentado en el piso, con el lápiz detrás de la oreja y la inspiración desvordandose. En mi intensa búsqueda encontré un sobre grande, algo viejo y con un dibujo garabateado en uno de sus lados. No recordaba haberlo tenía y menos sospechaba lo que contenía.
La oscuridad avanzaba lenta pero implacable a lo largo del cuarto, un poco de luz me hacia falta para poder examinar mi hallazgo; prendí unas cuantas velas y me acomodé en una esquina desolada, en el piso. Después de largo tiempo de sostener el sobre en mis manos, con un gesto pensativo, me animé a abrirlo. Hallé unas cuantas hojas en perfecto estado, llenas de cabo a rabo con un sin fin de palabras, obviamente era mi letra, eran mis garabatos, pero al empezar a leer me sentí extrañamente confundido. Las ideas generales de la historia me eran familiares, pero lo peculiar fue que muchas de esas ideas habían estado dándome vueltas en la cabeza hace tan solo unos momentos antes de encontrar el sobre; reflexioné y me dije que seguramente en lugar de idear estuve recordando. Sonaba lo bastante lógico y me hubiese convencido del todo si no fuera por un detalle, un enorme detalle....
Me era imposible recordar cuando había escrito aquella historia, y aya lo dije, las ideas generales me eran familiares pero me parecía estarla leyendo por primera vez. Al terminar de leer me quedé en el mismo lugar, inmóvil y con la mirada fija en la llama de una vela que bailaba desinhibidamente.
Pensaba en lo extraño que ere este suceso, mis ideas daban vuelta sobre sí mismas y de vez en cuando desvariaba. Después de largo tiempo, el cansancio se adueño de mi.....
Unos indiscretos rayos de sol me despertaron a la mañana siguiente, todavía somnoliento noté que seguía sosteniendo las hojas en mis manos; abrí bien los ojos y me desperecé.
Con los ánimos un poco mas relajados decidí dar otro vistazo a esas hojas pero lo que descubrí me conmovió. Las hojas estaban en blanco, ya nada estaba escrito sobre ellas...
Hasta ahora no entiendo como pudo pasar, sólo sé que no pude evitar el impulso de escribir ávidamente sobre ellas la historia que la noche anterior había leído con la única diferencia que al final escribí mi nombre.
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