Se refleja en los ojos de un despistado transeúnte una figura esbelta, una rubia delgada coqueta. Un transeunte que se despierta de su sueño andante para contemplarla entrar a un café silenciosamente. Intentando no perderla decide seguirla, primero con la mirada. Luego dando pasos cada vez más apresurados decide entrar también al cafe.

Sus miradas se cruzan repentinamente, y él se ruboriza. En su mente sólo puede pensarla y amarla con ese amor tan intenso que puede crear una mirada. Y él la contempla innevitablemente extasiado.

Por mi mente pasan todos aquellos transeuntes que me han seguido hasta aquel café, y me divierte pensar en las muy diferentes y variadas reacciones que han desarrollado cada uno en su estilo. Algunos mirándome con cara de desilución, otros de admiración, y posiblemente muchos con odio. Odio, increible no? pero es cierto... porqué no lo sé... la vida no me lo ha revelado aún... creo que si eso es real sólo lo sabré el día en que aquellos me asesinen, los otros rían y unos pocos lloren, e inclusive puede que aún así no lo llegue a saber nunca.

Desde hace meses me acompaña el presentimiento de que muy pronto voy a morir asesinada, algo poco común para una joven como yo. Quién lo creería, porque la gente piensa que una cara bonita siempre lleva una vida perfecta? es que acaso no se encuentran con su mirada sino solamente con sus curvas?... Noticia, en la mirada pueden leer lo que a una persona le pasa, especialmente en la mía, la cual suele estar perdida mirando hacia el horizonte, divagando, pensando en lo que vendrá después. Es de alguna manera una mirada desencantada, de la cual pocas personas se percatan. Y esto es increible, una mirada tan profunda tan intensa pasar por desapercibida?? pero bueno imagino que la vida es así... siempre vivimos distraidos por las cosas materialmente efímeras y nos perdemos de las cosas realmente hermosas, porque dime no hay algo más hermoso que una mirada perdida esperando ser encontrada?

Mi mirada, siempre ensimismada, talvez esa fue la razón de perder mi gran amor mi gran portunidad, esta mirada de la que te hablo y te digo que puede ser la más encantadora, pudo ser mi perdición, ya que de haber tenido alguna otra mirada me hubiera dado cuenta de su existencia pero no fue así.

Miro mi reloj, son las 19.00, y hecho un vistazo alrededor, aquel trranseunte sigue allí mirandome sin parpadear, pero ya es tarde he de regresar a mi casa y descanzar. Me levanto y sin permitir que mi mirada se cruce con la suya me despido del cajero y parto.

Con paso apresurado por las húmedas calles de la ciudad cruzo las calles, casi sin mirar, sin voltear, sin permitirme un suspiro, una ilusión.

Siento que alguién se acerca y camino aún más rapido, con la respiración agitada y el corazón a punto de salir, siento que el sonido de sus latidos inunda la calle y por eso no siento la necesidad de gritar. Y se acercan sus pasos aún más, hasta que sus fuertes manos alcanzan mis hombros, me detiene, me sujeta, y sin previo aviso me besa apasionadamente. Yo sorprendida, no puedo reaccionar, mi respiración se corta, y me doy cuenta que es él, él del que se escapaba mi mirada, al que estaba esperando, es él el que invade mis pensamientos, el que es mi presente y el que hace que ese presentimiento que me agobiaba desaparezca.

Depronto suena el chirrido de un carro y después un disparo. Él cae, y su peso me tumba. Cae sobre mi y sus labios se juntan con los mios en un último y eterno beso.
Y ahora veo porque se había esfumado ese presentimiento, pero no no tiene razón alguna, realmente si me asesinaron, me asesinaron de la peor manera a la que se puede matar a un ser humano.