Aquella niña de ojos oscuros mira por la ventana. Sin saber porqué lagrimas ruedan por sus mejillas y un profundo sollozo se escapa de su garganta. Afuera llueve, ha llovido toda la tarde y ella simplemente se siente identificada con ese aspecto lúgubre y gris de la ciudad.

Y depronto siente que sus lagrimas caén al mismo tiempo que la lluvia en su ventana, y una triste melodía retumba en su cabeza... pero por qué? no logra descifrarlo, y mucho menos definir ese sentimiento que la invade en estos días, y que ya es común para ella... pero no comprende porqué en los últimos días ha estado especialmente melancólica... y sin razón alguna intenta desprenderse de este horrible sentimiento... intenta desesperadamente pensar en cosas que la diviertan pero lo hace inútilmente... no lo logra... y las lágrimas recorren su cara cada vez con mayor rapidez al igual que la lluvia en el cristal de su ventana... llora y llora inconsolablemente... y lamenta no tener quien la acompañe... quien le de una palabra de aliento... quien le diga un te quiero... y llorando termina dormida sin notar como las lágrimas inundan su cuaderno de anotaciones haciendo que la tinta se diluya... y que corra en pequeños riachuelos salados hacie el borde de la hoja... riachuelos que cada vez se hacen más caudalosos... más anchos... más rojos. Riachuelos que al caer delimitan el área de su tristeza, y en el lugar donde nacieron dejan un recuerdo confuso, un fue que ahora se seca.