Hace muchos años atrás, nacía en un barrio de Barranquilla, una ciudad con una temperatura de casi 30 º grados centígrados, donde es fácil perder la paciencia, el primer hijo de una familia no muy tolerante entre si, todo un rollo de dificultades interfamiliares que habían surgido mucho antes de que en alguna noche descuidada, quedara embarazada tu madre, carlitos…
Es así como empieza esta larga historia, fue un largo y lento crecimiento, vagabas de donde una abuela a la otra, no eras exactamente el primer nieto, pero si el único con ese don especial que te a acompañado siempre, el de caerle bien a quienes te conocen profundamente, además eras tierno, juguetón, casi no llorabas, curioso, y baya que lo eras, desarmabas casi todo lo que encontraras a tu alcance, e incluso te gustaba meterte mucho con los utensilios de la cocina de tu abuela paterna, y ella era feliz dejándote hacer semejantes desastres, y como no dejarte si eras su nieto preferido. Era una mujer única, sabias que ella solita tuvo que mantener a sus 9 hijos?, trabajaba desde muy temprano hasta altas horas de la noche, para darles estudio, cama y comida, los vio crecer sanos y fuertes, e incluso alcanzo a ver como ellos lograban sus metas, pero…no le alcanzo la vida, para disfrutar de sus frutos, en tu silencio se que aun le extrañas, y que ella seria la mas apasionada admiradora de tus cuentos sobre animales y demás amores, cuanto aprendiste de ella, mi pequeño Carlos, entre sus pequeños ratos libres te enseño a corretear gallinas, a ayudarle con los chivos, y hasta cocinar, después de todo ese era su diario vivir y lo que le daba de comer, pues su negocio de restaurante santandereano, al que muchos acudían , no le permitía mucho tiempo, pero para ti, siempre estaba dispuesta, recuerdo verle muchas veces sonreír cuando salías a la calle pretendiendo ser Tarzan, diciendo que matabas tigres, leones y osos, y regresabas lleno de valentía a enfrentarte al gran oso de peluche, que tu tía guardaba celosamente en su cuarto, eras feliz, muy feliz y lo recuerdo como si fuera ayer, aun hoy me atrevería a confirmar que sigues enfrentando osos, tigres y leones, en tu imaginaria selva.
Sin embargo, seguiste creciendo, sin poder evitarlo, no deseabas por nada en el mundo llegar a ser un adulto, ya mucho te habían hecho sufrir, para terminar siendo uno de ellos, recuerdo que muchas veces me contaste como tus padres pelaban, y tu te resguardabas debajo de la cama, y te tapabas los oídos tratando de evitar escuchar los gritos, las pataletas, los puños o solo quizás tu nombre como el posible culpable de que se iniciara aquella discusión, te vi sentir gran culpa e incluso impotencia de no tener la fuerza física para enfrentarte a semejante “León”, recurriste a convertirte en un introvertido rebelde, en un violento niño cuando se veía acorralado por la situación, alguien con fuerza capaz de tirar las bancas de su escuela hacia la entrada de su salón de clases con tal de que no le castigaran, tan solo tenias 13 años y ya pensabas en irte de la casa, cuantas veces te acompañe un tus fracasadas travesías por irte de ese lugar llamado hogar, pase a tu lado hambre y frió, durmiendo en la misma entrada de tu casa, con miedo a ser descubierto entre la madrugada…
Tu época de colegio también fue muy dura, eras muy tímido e inocente para muchas cosas que solo se aprenden en la calle, pocos amigos y abundantes aprovechadores, tanta injusticia empezaba a acabar con tu paciencia de vivir, y aun que tanto dolor te hizo autoproclamarte ateo, todas las veces que intentases “darles gusto a quienes les estorbabas la vida”, que mas quisiera pero no fui yo el que te salvo, sino aquel a quien negabas, te vía levantarte en las mañanas molesto por estar vivo y a nadie haberle importado…tu terror siempre a sido sentirte inútil y consumido por la soledad.
Pero no todo era desgracia, viajantes al interior del país, y hay encontrases, sin buscarlo, la felicidad, el amor y ese habito de lucha que hasta hoy te acompaña, encontraste amigos que apreciaban a alguien como tu, a tu primer amor, y entre tantas cosas un mundo ideal, pero así son las cosas, y eso tan lindo debías ganártelo, para apreciarlo y amarlo, así que el destino conspiro de nuevo, y te alejo de todo lo que habías encontrado, viéndote obligado a regresar a donde todo había comenzado, a tu natal Barranquilla.
Fueron 3 largos años, y tú aun seguías apegado a ese mundo, y a aquella mujer que admirabas, amabas y por la cual te esforzabas por vivir y creer.
A finales de aqueños años, ya te había rendido a las consecuencias, a las peleas de tus padres, y a los reproches de tus hermanos, pero lo peor apenas comenzaba, como resultado de tantos años de desacuerdos, tus padres tuvieron una fuerte y violenta discusión, la cual termino en calamidad, y por lo tanto en separación, trataste de mantenerte al margen, pero fue inevitable no tomar partido, y ello te costo la mitad de tu familia, tan solo un mes después, y sin razón aparente, te costo la otra mitad, ahora estabas completamente solo, y con miradas despiadadas de quienes nunca entendieron tus palabras y sus razones, parecías estar condenado, pero yo sabia que no era así, yo si creía en ti y conocía muy bien el porque…
Entrantes a al Universidad, con tu mismo esfuerzo, pero no a la carrera universitaria que tu padre preferiría, según el, ya habías fracasado en tu profesión antes de comenzarla, y fue peor cuando se entero de que eras cuentero, para el siempre han sido tonterías tuyas, mas no tiene idea de cuanta historia existe en cada una de ellas.
Te sentías muy solo, y sin familia a quien recurrir sin recibir al menos mil reproches, alguna ves me preguntaste cuanto dura un adulto en meditar una acción que nunca hice, cuanto tiempo tendré que esperar para que me perdonen algo que jamás intente hacer, cuanto tiempo, dime cuanto…durare yo en creer que ya olvidaron y no pretenden vengarse de mi.
Entre ese tiempo y el actual, conoció a una chica, muy interesante, guapa y sencilla, le encanto al instante, pero el pensaba que era demasiado hermosa para alguien como el, un tipo tímido, de poco hablar, sin ningún conocimiento sobre la conquista, era obvio su fracaso, muchos la perseguían en planes de amarla por una noche, mientras tu carlitos, la veías a través del velo de tu timidez, pero las cosas son así, extrañas y tu terminantes siendo el gran afortunado, pasaron muy buenos momentos, y que momentos, incluso ella fue la primera mujer en tu vida como amante, te le entregaste en todo y ese fue tu letal final, te volviste muy dependiente de ella en medio de tu soledad, y al marcharse, tu volviste al pantano al cual preferiste ser comido por las bestias, pero te olvidaste de tu armadura, hombre tortuga.
Poco tiempo después, ya pasada la pena de los nuevamente fracasados suicidios, ya resignado a perderla y cambiar tu actitud de mártir por la de un guerrero, llega la peor de tus perdidas, una mañana, sin que nadie lo predijera con tanta anticipación que tu, tu hermosa hermanita, tu flor del desierto, se marchita a la edad de 14 añitos, era insoportable tanto dolor junto, tanta injusticia en un solo ser, pero algo dentro de ti nacía para quedarse para siempre, tu misión de héroe…
Hoy, exactamente hoy, has salvado más vidas de las que pudieras contar, has hecho reír, llorar, pensar a tanta gente, que aun que no se acuerdan de quien se los dijo, saben que un extraño ángel viajero, paso por sus vidas y se las cambio para siempre, que las hizo soñar, que aunque es humano sabe volar, que entre sus cuentos e historias existe un tanto de verdad…
Aun se que le temes a enamorarte, pero admiro esa fortaleza tuya de intentarlo una y otra ves, de no dejarte morir por el fracaso y de prohibir en ti la negativa idea de ser solo un humano normal, amas con tanta pasión a quienes te quieren y creen en ti, que si ella supiera que tanto le amas, jamás te creería, eres un héroe a tu forma, un superviviente, un alma de poeta enredada entre los sueños, eres mi querido amigo, un pan, un panverde…
Junio 23 2005, hora: 2.39 am
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