Un joven soltero había conocido en la cafetería de sus escuela a una hermosa joven blanca como nieve, de cabellos lacios y finos, de profundos ojos negros y un caminar un tanto gracioso. Se le acerco, dejando muy en claro su encanto por ella.
Así pasaron muchos encuentros hasta que este logro lo imposible, visitarle en su propia casa, se hicieron grandes amigos e incluso el insistía en enamorarse de ella, fue así como pronto se hicieron novios y logro conocer a fondo su mas íntimos secretos…una enfermedad cardiaca que había limitado su tiempo de vida.
Curiosamente el entendió su profundo amor por aquella criatura, sobre su comportamiento y apariencia, hasta ese instante no se había percatado de lo difícil que resulta vivir, de lo arduo que es no ser un estorbo, de la inmensa lucha diaria que resulta de ver a los demás sanos y vigorosos, mientras cada paso que se da es una agonía intensa de la que nadie se percata.
Indignado por semejante secreto, quiso ser cauteloso con el tema y averiguar mas profundamente sobre ella, dando con le mas guardado de los secretos…¡a ella solo le quedaban pocos meses de vida!, según los médicos ni ellos mismos estaban seguros de cuanto seria el tiempo exacto, podrían ser menos o incluso algunos mas.
Todo estaba en su contra, mas sus inmensas ganas de vivir, de conocer, de ser niña, era tan contagiosa que el amor que recibía era tan poco comparado con el que ella nos brindaba.
Así lograron juntos alargar la eternidad de su corto tiempo, tal vez, quizás por que ella nunca supo ese secreto, durante cuatro años, lucharon, se amaron y conquistaron el mundo de lo imposible, mas un día de abril, muy temprano en la mañana, en un día de esos en que todo se interpone, el joven novio salio a buscar trabajo, mientras ella dormía placidamente en su cama, después de una mala noche.
Solitaria y sin nadie que le socorriera, quizo el infortunio que aquel día se cumpliera su destino, un paro cardio-respiratorio, acabo casi instantáneamente con cuatro años de lucha, irónicamente murió sola como el mundo siempre le había tenido.
El joven en su lejanía tuvo un presentimiento, dejo recién iniciado trabajo, y corrió a la parada del bus mas cercano, en el camino a su casa, escucho en medio de su mente una voz interna que no provenía de el, “ella esta bien ahora, no sufrió, no es tu culpa no tampoco mía, así suele ser el destino, así lo cree”.
El joven en su mente perdida, no dudo en agachar su cabeza y aceptar aquel augurio, una ves llegado a su casa, abrió la puerta y una soledad abrumadora le esperaba dentro, busco en el cuarto a su solitaria amante, ahora inerte como piedra del rió, con sus manos fuertemente apretadas y en una de ellas un trozo de papel, en medio de sus callado llanto le arrebato de sus frías manos aquel papel, su ultimo sueño, su legado a un mundo que nunca le permitió existir, el aquel se notaba con muy dolorosa caligrafía el inmenso amor que sentía por su amado:
AMOR MIO PERDONAME
Ya han pasado muchos años desde aquel trágico día, desde que acepto llorarle por única y última vez como se lo había prometido, aun en vida.
Desde entonces a dedicado su vida a romper corazones de piedra, ah perseguir sueños perdidos y a interpretar aquel amor que le dejo ella como legado al mundo que nunca la entendió.
Carlos Alberto Diaz Reales
Septiembre 21 del 2005
|