El pecado original.

Desde hace ya algún tiempo he dedicado mis esfuerzos en comprender algunas de las ordenes divinas, ¡OH! santísimo dios que todo lo puedes por que me haces tan imposible comprenderte? ya se, ya te entiendo, por fin después de tanto tiempo puedo decir que se algo sobre ti, eres realmente como una mala adivinanza, creada para confundir y desafiar al hombre; pero heme aquí fiel y condescendiente contigo, acaso he sido malo? todos hablan de tu palabra y yo no estoy seguro de haberte escuchado en mi vida, pero si te he leído y por eso no te comprendo, por que tus palabras se escriben a nombre de otros aun mas confundidos que yo ¿y tu voz? si tu dulce y adorada voz ¿donde esta? yo creo que esta con tu manto divino en un mundo donde no hay hambre y donde la tristeza es solo razón y explicación de la maldad... me haré santo y pronto moriré y tratare de entenderte estando a tu lado. Ya ahora me duelen las manos y los pies, se que otros me hablan a mi lado, pero es tu voz la que quisiera escuchar ahora, me gustaría creer aquí en el lecho de mi muerte que aun estas conmigo; el dolor persiste y tu no llegas, otros serán quienes sollocen por que tu no lo haces, no tu, no Dios, como hacerlo, ni siquiera en este momento, el momento de mi muerte, el momento donde pareces haber olvidado a tu único hijo.... Jesucristo.