una ciudad pequeña,
una busqueda intensa...
pequeños árboles de frutas,
llenos de vida y magia,
me apetese refugiarme en ellos,
son tan hermosos, llenos de vida.
si tan sólo pudiera probarlos.
y es en ese momento,
es cuando me arriesgo.
deseo probar,
deseo vivir,
deseo sentir.
aunque me de miedo las alturas!,
no me importa!,
ya nada importa...
sólo sobrevivir.
me subo,
adquiero fuerzas,
llena de felicidad,
los miro con deseos,
con anhelos...
su aroma me enloquece,
su sabor es único,
y siento un calor en mi pecho,
en mi boca,
en mi cuerpo.
ya nada es igual...
pero al hacerlo,
de a poco noto un sabor amargo,
me seduce,
pero es asqueroso ,
es agridulce...
de a poco pierdo conocimiento...
me duermo,
me sumergo en un sueño lleno de dolores.
pero no me arrepiento de haber probado aquella fruta,
no me arrepiento de haberme arriesgado,
de haber muerto por ti.
por que aprendí tantas cosas,
viví con tu dulcura,
con tu aroma,
con tu sabor.
con tu calor... duró poco,
tan sólo un segundo.
pero fuí feliz.
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