Caminé por un sendero de sueños, de aguas que reflejaban un futuro bajo un sol que manaba fe, un camino sin fin, con ilusión, lleno de oportunidades.
Los amaneceres tibios, y los anocheceres brisases, para que me abrace el aurora que arrolla mi vida.
Un sin fin de voces y de manos que se unen para cantar esa melodía con la que tantas veces de pequeña dormía.
Despertar sin prisa, sonreír sin temor, ver reflejos de recuerdos bellos, de inquietudes prósperas, imágenes para ti y para mí, para nunca olvidar el día de hoy, que estoy aquí soñando y viviendo en un mundo sólo mío y para todos... Mañana, mejor o peor, será diferente, quizá azul, quizá verde o rosa... Un infinito desconocido, un firmamento por descubrir, a tu lado...
No quiero dejar que marchite la rosa en mi mano sin haberla visto florecer...
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