La Bailarina Verde.
Para que algo en su natalicio pase de insignificante a una obra maestra debe tener una importancia objetiva y eso es lo que no ha pasado en mi familia por largos años, incluso por siglos.
Mi abuelita me mostró un libro muy antiguo, de una de nuestras antepasadas y se trataba nada más y nada menos que de un diario de vida.
En la familia siempre ha habido una pasión por la danza y sobretodo por la clásica, o sea el ballet. En fin, leí el diario de la tatara abuela de mi Nona. Ella estudiaba ballet en España cuando vivían allá y decidió ser bailarina, porque vió un cuadro de un tal Degas. Se dice que las mujeres de la familia al ver esa pintura toman la decisión de estudiar ballet.
Desde que la Nona me contó esa historia ya han pasado varios años y yo crecí. Vivo sola y estudio arquitectura, pero no he visto la famosa pintura y no me siento con las ganas internas de bailar, al contrario, soy la persona más tiesa y arrítmica para bailar.
Trato de alejarme de las discoteques, los pubs y las fiestas. Siquiera me gusta ver bailar.
Pero, hace mucho también que sufro de sueños repetitivos: Estoy vestida toda de rosado, con esos tutues de baile y tengo unas flores bellísimas en mis manos. He luchado con todo por liberarme de ese sueño, pero es imposible, no puedo ni mantener una relación de pareja estable todo porque hablo del sueño hasta dormida. Los psicoanalistas, psicólogos y psiquiatras lo toman como una broma al principio y luego se sienten frustrados de no poder ayudarme. Y ahora mi madre dice que es mi destino, que mi seuda vocación es ser bailarina. Y realmente pienso que es una verdadera estupidez.
Me siento tan cansada de estar aquí, las sorpresas no me vuelven felíz. Ya no puedo vivir.
Creo que debo buscar ese cuadro y descubrir qué pasa con el destino de las mujeres de esta familia.
Me interné en la red, busque al tal Degas: Pintor impresionista que tenía atracción por la danza y los caballos. Pero, el famoso cuadro ni su punta pude ver, pero se anunciaba el cuadro de la Bailarina Verde y así fue como esa noche tuve el sueño completo:
Estaba en Francia en el siglo XVIII, era una niña de 15 años y estaba en un grupo de niñas que todas detrás del telón lloraban, incluso yo. Pero, cuando me di cuenta que estabamos tristes le pregunte a una por qué: *¿qui? ¿pourqui neg ton´s pied´s? Tenia quelle éter elle. Increíblemente le conteste en francés: * je ne comprends le pas.
Pero, todas se secaron las lagrimas y quedaron en silencio.
*Marie madeleine, a danser, a présent!
Sentí un miedo horrible y se abrió el telón, y los aplausos volaron por los aires, como palomas mensajeras que me daban los recados que no debía preocuparme, por el momento. Se iniciaba una melodía a lo lejos, creo que era Mozart. Hice unas piruetas, unos pasos extraños para mí. Se cerró y abrió el telón con la misma rapidez del toqueteo de los tambores. BOM-BOM-BOM. Me aplaudían y me dieron esas flores tan lindas, y salí del plato, y entré en una habitación oscura, grande, con muchas camas, fría. Eramos parte de un regimiento, presas de nuestros anhelos y fantasías. Comprendí llorando, sin saber el por qué, fui a buscar el diario de la tatara abuela de mi Nona a casa de mi madre.
Lo encontré en una caja llena de polvo y telarañas, lo leí, salía mi sueño y descubrí que todas esas niñas habían hecho un pacto:
Llorar antes de salir a bailar y sonreír luego, y el día que encontrarán las fuerzas suficientes para escapar, sólo bailarían por diversión. Jamás escaparon y murieron danzando.
Resolví ingresar a clases de ballet, soy una alumna de la escuela de Danza del Teatro Municipal de Santiago, pero no ha ayudado a parar los sueños que cada día se transforman en horribles pesadillas.
En un día que no parecía ir peor, el micro en que iba con rumbo hacia mi casa, se quedó en panne. Iba caminando por el Parque Forestal, había una exposición gratis en el Bellas Artes y había tiempo de sobra y entré. Con gran sorpresa vi que estaba el cuadro, Bailarina Verde, de Edgar Degas. Lo miraba sin apartar la vista de el. Sentí extrañeza, dolor y no me di cuenta que estaba llorando. Con un gran dolor en mis pies, caí desmayada. Desperté en los brazos de un joven llamado Antonio, fue rara la situación de cómo nos conocimos. Nació una linda amistad, que día a día crecía en amor y comprensión, pero cambió. Se transformó en amor de pareja.
Quedamos un día de encontrarnos, pero yo tenia un ensayo general en el Teatro.
Estaba demasiado cansada, pero sonreía. No me explico cómo, pero la puerta de la sala cayó al suelo y entró Antonio. Cruzó por el aula, ante la mirada atónita de mis compañeros, tomó mi mano, mis cosas y me sacó de ahí...
Hoy ya no tengo sueños, ni pesadillas. En cambio, me caso con Antonio. No sé qué fue lo que rompió, si puedo decirlo así, el hechizo. Y realmente deseo que continúe así.
Pero, las bailarinas fueron rescatadas y ahora sólo bailaran por recreación.
Traducción al Español:
* ¿ Qué? ¿ No te duelen los pies? Tenia que ser ella.
* Yo no te comprendo.
* Maria Magdalena, a bailar, ahora!
|