elocuentes vejigas ya sin nada
Octavio Paz

por un día
un día es la eternidad
no debería el hombre de mi época
los de otras épocas ya lo han hecho
excepto sus poetas videntes e insurrectos
escribir palabra alguna con mayúsculas
degenerada en mayúscula palabra

en memoria de sus muertos se diría

herederos de mayúsculas somos
y de sus rituales rojos turbulentos
homicidas colosales
hienas que versifican en las tumbas

el día y la noche y lo más simple
fueron carne de gusanos
verborragia y burocracia
en la ergástula de las ideas de occidente
y en el estertor finisecular
en el eructo del neonato


en las mayúsculas pululan
el dilatado temor del pecado
la mano del padre violenta mano
colores de banderas con estrellas
fantoches de progreso que infaman la sonrisa
soberbias frentes y la pretenciosa palabra verdad
heraldo bufonesco de la mentira
erigida en sistema
evangelios que sitian de futuro infecto
ciudades cuyos pétalos nativos ahora sangran
y aldeas latinoamericanas cuyas aguas
son ya las de new york parís y londres
y no las de los nombres susurrantes

no escribamos por hoy palabras con mayúsculas
apenas escritas
somos sus mascotas
sus desesperadas ratas de laboratorio
sus fantasías del residuo

yo no quiero ser la extensión de una mayúscula
espejismo lingüístico absolutista excluyente
no la escribiré
en memoria de los muertos no