Esta noche te he dado 5 besos en la cara, tres de ellos en tus labios y otros nueve en tus pies. Le puse la firma a un cheque en tan sólo tres segundos, y eso que escribo mi apellido completo, tu sabes. Me acordé de ti solamente ahora, mientras preparo mis labios para besar tu hermosa rodilla que me tiene vuelto loco las hormonas. Mírame fijo mi amor que te quiero mucho. Mañana yo preparo el desayuno; te voy a preparar lo que mas te gusta, como en nuestra noche de bodas, ¿te acuerdas?. Mira lo romántico que es esto, rojo como la rosa que te regalé justo antes de nuestra primera cita. Hay!, no me mires así, si sé que fui un cursi, pero lo pasamos bien. ¿o no?. Te quiero. Dime la verdad, en verdad, no sé si te pasaba a ti, pero hay un momento, cuando estás soltero, que piensas en el amor, y en cómo sería la vida en familia, con hijos; porque supongo que los vamos a tener. Ya, si sé que siempre hablamos de lo mismo y tampoco quiero apurarte. Pero no te puedo mentir que me encantaría ver esa guatita bien redondita, con ese ombliguito tuyo, que es hermoso, a punto de explotar. Me das risa, y me encanta que seas así; siempre me sacas esa sonrisita cuando te hablo de estos temas. Si sé que te da nervios porque mal que mal, tu eres la que va a estar gordita, pero si quieres yo me puedo tomar más cervecitas, hacer más asaditos, y así estamos los dos en las mismas mi amor. Siempre en las mismas. Te amo.
-disculpe señor, es hora de llevar a su mujer al velorio.
¿Qué quieren que les diga?, ¿un discurso?, sólo que justamente son estas mismas cosas que pasan, que hacen que el suicidio sea una hermosa excusa. Pero no voy a morir, tranquilo papá, tranquila mamá, que si de ustedes dependiera, yo sé, me matarían. No llores vieja, que es verdad, de ahora en adelante solamente soy, existo y respiro cuando me dan ganas. Suegrita, yo amo a su hija y la voy a traer de vuelta, quizás mañana, puede ser hoy, ¿por qué no?, de repente a los muertos también le dan ganas de culiar, y si hay alguien de los dos que ha sido infiel, créame señora que no fue precisamente ella. Los amo a todos y de ahora en adelante, todos tienen un pedacito de mi señora en su corazón, que del mío sólo quedan los muebles, la cama, el televisor, la canción, el baño, su olor, su calor, el sexo, el amor. Nada. Y váyanse a la chucha todos los weones, déjenme solo con mi mujer. ¿Quieres ser mi novia?.