Vuelves, misterio y queja, vestida de sombra y antigua dama, a golpear a mi puerta, a gritar en mi ventana. Vuelves despreocupada cual furtiva amante de madrugada, cansada de espantos, espectros y agonía. Vuelves a buscarme lozana muerte mía.
Texto agregado el 08-10-2003, y leído por 266 visitantes. (2 votos)