El agua terminó de concentrarse sobre la superficie de la hoja.
La gota estaba lista para comenzar su viaje, solo necesitaba el ultimo impulso.
Después de no pensarlo mucho, se dejó caer al vacío y comenzó su descenso./
Fue todo rojo… rojo y permanente, parecía el tiempo no tener límite.
Las palabras tomaban formas, tenían movimiento.
Se llenaron de color, tenían vida propia./
Después de todo, eran solo palabras, escritas, inertes,
Pero con una enorme cantidad de energía por dentro, dispuesta a estallar./
La gota comenzó a percibir el golpe del viento en su recorrido,
El vértigo de ese primer y único paso entre la hoja y su destino,
Lo veía todo, cada segundo se reducía más su vista del mundo, de su mundo
Pero lo estaba disfrutando, deslizándose junto a la brisa, tomadas de la mano./
El verso traicionó a la nostalgia por el placer,
Eran segundos, minutos, años, de satisfacción legible en castellano,
Palabras atrapadas en el tiempo,
Fiesta de placer silencioso,
Placer patrocinado por la mejor combinación de palabras creadas por los dedos./
A medio viaje, la gota supo que estaba cerca del fin,
La vista dejo de tener maravillas,
Era más una cuenta regresiva para el final,
Pero tuvo tiempo para despedirse visualmente de la hoja que la vio nacer,
Siguió acompañándose de la brisa, para terminar el viaje,
Y con una sonrisa, se resignó a concluir lo que comenzó./
Sin avisar, sin hacer el mínimo gesto, la continuidad cesó
Las palabras se tornaron secas, fueron sustituidas por puntos,
Por más que buscaba, no encontré nada más,
Revolví millones de veces las palabras con mis dedos,
Para ver si encontraba combinaciones como aquellas que tenían tanta vida,
Pero todo era en vano, las palabras se deslizaban de entre mis dedos,
Caían sin rebotar en el suelo, y se convirtieron en eso,
Una combinación vaga de símbolos sin significado alguno, sin risas, sin vida,
Todo sellado con un punto, un mísero, destructor e insignificante punto./
El viaje había terminado,
Todo fue diferente, la gota, había muerto…
Pero su viaje quedó inmortalizado en su mágico recorrido.
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