El Salto del Tigre

Al regresar de mis vacaciones después de una semana en el Caribe, hoy domingo 5 de Octubre, encontré los consabidos cuchucientos mil e-Mail’s algunos de amigos, otros de gente bien intencionada, que pretende enseñarte como aumentar el tamaño de tu organo sexual otros diez centimetros --- se imaginan el problema que seria arrastrar por el camino cuarenta centimetros de embergadura --- a cambio de una fortuna; otras de los tontos que te quieren contagiar un virus, para que Norton venda mas copias de sus programas y algunas de los que creen que el Internet es bueno solamente para transmitir chistes viejos y sin gracia como este, que me recordó cuando yo hice el Salto del Tigre.

- Ring… ring… ring… El teléfono.

- ¡Alo!... ¿Quién habla?

- ¡Soy yo!... hijita.
- ¿Cómo estas en tu luna de miel?

- Bien mamá, todo es maravilloso.
- Y no como tú me habías asustado.
- Pachito me hace el Salto del Tigre.

- ¿Y como es eso, hijita?

- Pachito se echa calato en la cama.
- Yo me subo a la cómoda, le salto encima, emboco y hacemos el amor.
- ¡Es riquísimo… mamá!

- Voy a probarlo, gracias por enseñármelo.

Al día siguiente, la chica recibe un e-Mail.

Regresa urgente, mamá grave; emboco perilla.
Tu padre.

- Torre de Trujillo… Oscar Bravo Víctor uno-dos-dos-cinco, solicita autorización para aproximación instrumental.
- Oscar Bravo Víctor uno-dos-dos-cinco… Barómetro, actual 29.5 pulgadas… Autorizado para aproximación instrumental, notifique Mil quinientos sobre la estación.
- Oscar Bravo Víctor uno-dos-dos-cinco… Recibido.

Con el VOR ajustado en 150° y la aguja centrada, inicio el descenso calculando estar a mil quinientos pies cuando el indicador caiga, marcando el paso sobre la antena emisora, por seguridad el ADF esta sintonizado en la frecuencia del marcador lateral e indicara 90° al mismo tiempo; como siempre al anochecer Trujillo esta nublado y es prácticamente imposible una aproximación visual, yo venia piloteando mi bimotor Cessna 310 de Chiclayo a Trujillo ambos en el norte peruano, reduje la potencia de ambos motores a 50% y tuve que ajustar el paso de las hélices para reducir la vibración, esto siempre fue un problema en esta nave, yo creo que las bombas de aceite de los motores tenían una eficiencia diferente.

- Torre de Trujillo… Oscar Bravo Víctor uno-dos-dos-cinco, Mil quinientos sobre la estación.
- Oscar Bravo Víctor uno-dos-dos-cinco… Autorizado para descenso, trafico de derecha, circuito de un minuto, notifique Pista a la vista.
- Oscar Bravo Víctor uno-dos-dos-cinco… Recibido.

El circuito de aterrizaje instrumental en Trujillo era en 1978, volar descendiendo con rumbo 150° por un minuto, rotar a la derecha en un semicírculo hasta rumbo 330° y luego volar este rumbo por un minuto, girar a la derecha hasta rumbo 150° este momento tu estarías mas o menos sobre la antena emisora del VOR nuevamente y a una altitud de 500 pies que es ligeramente mayor que el mínimo de visibilidad, que para Trujillo era de 370 pies, esta altura varia de aeropuerto en aeropuerto y depende de la elevación de los obstáculos en la senda de planeo. Si a esta altitud no tienes una clara visión de la pista de aterrizaje debes abortar el descenso y remontar rápidamente.

- Torre de Trujillo… Oscar Bravo Víctor uno-dos-dos-cinco, Pista a la vista.
- Oscar Bravo Víctor uno-dos-dos-cinco… Autorizado para aproximación, notifique en Final.
- Oscar Bravo Víctor uno-dos-dos-cinco… Recibido.

Veníamos a Trujillo, Juan Patiño piloto como yo y fanático del paracaidismo, era el cumpleaños de Annita su enamorada de turno, graciosa criatura en edad de merecer, hermana menor de Teresa, la telefonista del hotel que tampoco estaba nada mal y yo andaba correteando con malas intenciones desde hacia tres meses. Hacíamos esta escala en nuestro vuelo a Lima solo para llevar a las chicas a bailar e intentar fornicarlas como es tradicional entre caballeros de buenos modales.

Pero con una variante; había una apuesta riesgosa de por medio:
Si Juan se tiraba a Annita y yo no lo lograba con Teresa, yo saltaría en paracaídas; en caso que fallara cualquiera de las condiciones, yo no le pagaría sus servicios de instructor de bimotores, por las doce horas que tomo mi habilitación y el nunca mas me estaría fregando con la mala idea de que experimentara paracaidismo, porque era lo mejor del mundo.

- Torre de Trujillo… Oscar Bravo Víctor uno-dos-dos-cinco en Final.
- Oscar Bravo Víctor uno-dos-dos-cinco… Autorizado para aterrizaje, pista Quince activa. (Era la única que tenían)
- Oscar Bravo Víctor uno-dos-dos-cinco… Recibido.

Una vez mas, aterrizaba en este aeropuerto que conocía como la palma de mi mano, yo tenía una sucursal de mi negocio de Computadoras en la ciudad.

- Oscar Bravo Víctor uno-dos-dos-cinco… En Tierra 13:04 Zulú, autorizado a transito a su lugar acostumbrado de estacionamiento.
- Oscar Bravo Víctor uno-dos-dos-cinco… Recibido.

Nos fuimos con Teresa y Annita al Disco Las Palmeras que quedaba en la avenida Circunvalación, el sitio estaba a media luz y propicio para la conquista, un par de tragos suaves, boleros y salsas, las convencimos y en un Taxi nos dirigimos a un Hotel de mala muerte, no podíamos ir al mejor de Trujillo porque Teresa trabajaba en el, cuartos separados, entramos… Yo empecé a calentar a Teresa que ha la sazón ya estaba media tibia, besitos van, besitos vienen, un botón fuera del ojal y luego otro, un cierre que se corre, falda y blusa fuera; mas besos, caricias en los senos, la chica parecía casi lista; sostén al piso… ¡Que buen par! Besos en los pezoncitos y estos se pusieron duritos, más besitos y caricias… Teresa estaba con los ojos en blanco, creí llegado el momento y empecé a bajarle el taparrabito, no se en que mala hora apreté el botón, no se ni siquiera cual era el botón o si había uno, pero Teresa se despertó o se dio cuenta del magnicidio y se levanto empujándome violentamente.

- !Vamos ahora mismo de acá!

- Pero Teresita… ¿Qué pasa?

- Tu lo que quieres es desflorarme, soy virgen…
- ¡Vamos a recoger a Annita!

Salimos del cuarto, caminamos por el pasillo y entramos al cuarto de Juan y Annita; estaban desnudos en la cama, un condón usado tirado en el piso, sin la menor duda… Se había tirado a Annita y yo no pude con Teresa.

Una semana mas tarde desde un Cessna 182 en el Aeroclub de Collique, pague mi apuesta, realice mi único salto en un Paracaídas Stratos, prestado por Juan, quien brinco en el mismo momento, estábamos a seis mil pies, la idea era caída libre hasta dos mil y tirar del cordón (rip cord), por ser mi primer salto.

No me gusto la sensación de desplome, echaba de menos las paredes de aluminio del avión y la falsa protección que estas me daban, ¿Si es que existe una fobia hacia los espacios abiertos o algo así?... ¡Yo la tengo!… A cuatro mil tire de la cuerda, el paracaídas piloto se abrió forzando el principal, sin ningún otro problema que el miedo, inicie un descenso controlado, el Stratos se volaba casi como un avión, no emboque el blanco por algo así como doscientos metros y jure nunca mas cometer esta clase de locuras.

Después descubrí que estos tres hijos de puta, se habían puesto de acuerdo para fingir toda la prosopopeya, para que yo creyera que había perdido y hacerme saltar…

¿Qué como me entere?

Me lo contó Teresa, dos semanas después del Salto del Tigre… Entre las sabanas, cuando hacíamos el amor en el hotel donde ella trabajaba. Esta vez no me apresure, seguí besando y acariciando hasta que le empezó a salir humo por las orejas antes de proceder a sacarle el calzoncito… y ya ustedes saben como es la cumbiamba.

Definitivamente, Teresa no podría hacer milagros nunca mas.

URL para los incrédulos:

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